152 EOS EOS 153 tiones pertenecientes a la materia. El texto que he escogido como acápite, no lo he buscado, de propósito, en un libro moderno: lo he tomado de un viejo libro; de uno de los clásicos españoles, escrito cuando la Cirugía Dental estaba en la infancia. Sí, fué Cervantes, el regocijado autor del Quijote, quien escribió esas frases gráficas, con la sabiduría de los grandes maestros, que, en sus pensamientos, se adelantan a la época en que viven, En mucho más se ha de estimar un diente que un diamante «Pues en esta parte de abajo, dijo Sancho, no tiene su merced más de dos muelas y media; y en la de arriba ni media ni ninguna, que toda está rasa, como la palma de la mano.¡Sin ventura yo! dijo don Quijote, oyendo las tristes nuevas que su escudero le daba, que más quisiera que me hubiesen derribado un brazo como no fuera el de la espada; porque te hago saber, Sancho, que la boca sin muelas es como molino sin piedra, y en mucho más se ha de estimar un diente que un diamante. Del Quijote. Entre los mejores triunfos de la civilización, podemos señalar aquellos en que las ciencias encuentran algo que signifique alivio para el dolor o prevención de las enfermedades que, como la Tuberculosis, acortan o hacen amarga la vida. Es por esta razón por lo que las naciones civilizadas han hecho de la Higiene un culto, que reclama a veces para mayor eficacia la fuerza coercitiva de la ley.
El primer paso sociológico para prevenir la Tuberculosis y la mayor parte de las enfermedades infecciosas, es la higiene de la boca. Habéis visto, niños, que en los lugares públicos hay grandes letreros que dicen. Se prohibe escupir en el suelo. La Tuberculosis se propaga por medio del esputo. Ya veis cuán necesario es para la salud de la comunidad que nosotros, los dentistas, nos hagamos apóstoles de esa higiene, enseñando hábitos de limp eza a las generaciones que se levantan.
Por eso, mi propósito hoy, es hablaros espec almente del aseo y cuidado de los dientes, el cual es necesario en todas las edades; pero doblemente a la vuestra, o sea de los seis a los quince años. Es durante ese período de la vida cuando se cambia toda la dentadura temporal y sale la permanente, exceptuadas las muelas de los veinte años. En la niñez, por otra parte, los dientes son más susceptibles de cariarse, pues son poco densos todavía, porque la densidad va aumentando con la edad. El tiempo escolar, es de gran desgaste por el trabajo del estudio, y es cuando más necesidad hay de alimentarse bien, para reparar ese desgaste y atender al crecimiento y desarrollo del cuerpo. El almuerzo de los niños pobres. He ahí la más importante de nuestras instituciones filantrópicas!
La necesidad de una buena dentadura es evidente.
Para tener buena salud es necesario digerir bien lo que se come, y eso se consigue solamente masticando despacio y fuertemente los alimentos, de manera que todo quede bien triturado y mezclado con la saliva y Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.