144 EOS EOS 145 gro oculto amenazaba a la nación; pero para los que ven las imágenes. Pues bien, esta frase es una burla inventada por el célebre caricaturista y escritor Henry Monnier; las que copiamos a continuación no desmerecen del modelo y tienen la ventaja de ser rigurosamente auténticas. aquella bárbara petenera, cuyos dulcísimos gritos le mordian el corazón como puñales. Los Centauros, 386. Semejante a un polvorin, había corrido la especie de sus locuras y derroches. Idem, 178. Sin duda quiso decir el autor «reguero de pólvora. tu frente es blanca, igual que la nieve sin mancilla; tu semblante, de azucenas empapadas en vino. El Amor de los Amores, 105. Tinto o pardillo?
Me dan ganas de meterme por esas puertas que veo al pasar, como brazos hospitalarios. Comedia Sentimental, 126. Su almita naciente, empañada por un fondo de timidez. recogia sus pétalos. Casta de Hidalgos, 34. Quién es capaz de imaginar una almita naciente, en forma de flor empañada por un fondo. hasta la insensible y torpe materia tiene tallada en el semblante la escultura del dolor. Alcalá de los Zegries, Un semblante con una escultura tallada en medio!
Aun de las cendras del dolor brotan las espigas de la felicidad. La Escuela de los Sofistas, 89. mordidas por el zarpazo de los vientos. Comedia Sentimental, 63. Creo que no será necerio acumular, para nuestro propósito, nuevos ejemplos de imágenes grotescas. Toda metáfora, por violenta y descabellada que sea, ha de apoyarse en una base real. La comparación del dolor con la ceniza, y del viento con una fiera, por ejemplo, será más o menos afortunada, pero es pecfectamente lícita; ahora bien, una vez adoptada la metáfora hay que pensar que de la ceniza puede salir calor, fuego, chispas, etc. nunca espigas, y que las fieras, por muy apocalípticas que sean, no muerden con las zarpas.
Página 306: Impugnando las ideas de Boileau, Buffon, Flaubert y tantos otros, acerca de la importancia de la forma en la literatura, decía Zola. La inmortalidad se consigue creando seres vivos que se tengan de pie. Para probar que también por otros medios se logra el mismo resultado, bastaría citar algunos de esos nombres griegos y latinos que han llegado hasta nosotros cubiertos de gloria sólo porque acertaron a expresar, en forma adecuada y artística, ideas y sentimientos de todos los hombres y de todas las épocas. Pero la sentencia de Zola debe ser meditada muy despacio por los cultivadores de la novela moderna; porque si hubo un tiempo en que la dicción elegante y la erudición copiosa bastaban para compensar la inverosimilitud de la trama, la falsedad de los personajes y lo artificioso del diálogo, hoy, por un atisbo psicológico, por un pormenor bien observado, por un rincón de la naturaleza descubierto o esclarecido, se perdona el lenguaje incorrecto, la forma defectuosa y hasta la falta de ortografía.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.