AnarchismSpain

138 EOS EOS 139 Páginas 229 230. Martínez Ruiz, dice Baroja en la semblanza que »comentamos, es un hombre que inquieta a los escritores »que le conocen, porque lo creen tortuoso. añade luego, a manera de explicación. Aquí no se convence a nadie de que un hombre pueda sentirse íntimamente religioso y al poco tiempo intimamente descreído; que de anarquista de alma pase a ser reaccionario de corazón. Ni aqui (léase en la España atrasada y fanática)
ni en ninguna parte, es licito negar sinceridad a la conversión de un ateo, ni a la apostasia de un creyente; lo que sucede en todas las latitudes del planeta es que las gentes acogen con justificado recelo toda mudanza de opinión sobre cosas trascendentales. Hay más; en el caso de «Azorín» yo creo que han acertado los incrédulos y que se equivocan quienes, como Baroja, para excusar ligeras inconsecuencias de conducta, traen a cuento la metamorfosis del «anarquista de alma» en «reaccionario de corazón. Porque es el caso que «Azorín» no ha abjurado jamás los desahogos de «Ahriman» ni las audacias de Martínez Ruiz, y que cuando, recientemente le recordaba Blasco Ibáñez los «artículos cortos y terribles de propaganda anarquista» en El Pueblo, nuestro autor ha podido responder, con sinceridad: no nos apesadumbra, no; no nos molesta, no, la evocación de aquellas antiguas y revolucionarias campañas las mencionamos nosotros mismos muchas veces realizadas al lado del autor de Cañas y Barro. B C, de Marzo de 1915. No ha habido, pues, hipocresía por parte de «Azorín. Cuáles son, entonces, las inconsecuencias que le dieron fama de tortuoso, según afirma Baroja? Tal vez alguna de esas rectificaciones que en nada afectan a las convicciones fundamentales del hombre ni del escrit Así, por ejemplo, lo que en Sociologia Criminal (1399) era «a bascosa y prolija secta del krausismo vergonzante. es diez años más tarde una «fuerte y hon la manifestación del pensamiento filosófico en España. a la que nade podrá negar «sinceridad, austerida I, nobleza, delica leza. En La Voluntad (144) se lee que «no hay cosa más abyecta que un político. y en la realidad se ve que «Azorín» milita en un partido gobernante, y que evoluciona dentro de él con tanta abilidad como el más avezado parlamentario. Yo no veo en ello contradicción esencial y creo que tal vez el diputado por Monóvar ga pensando, en su fuero interno. que no hay cosa más abyecta que un político. Páginas 297 a 302: Así como la química más sabia no acierta a formar sino nuevas combinaciones de elementos ya existentes en la naturaleza, así también las más estupendas creaciones de la fantasía pueden descomponerse siempre en sensaciones e imágenes recogidas del mundo exterior y conservadas, de un modo más o menos consciente, en los dilatados dominios de la memoria. De aquí resulta, en el campo de la literatura, que según predomine en el artista la memoria visual o la auditiva, tendremos un escritor del tipo gráfico y concreto o del tipo declamatorio y abstracto. En presencia de un sentimiento o de una idea, y por virtud del mecanismo inconsciente de la asociación, el literato de la primera Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.