EOS 123 Dos himnos el de la Patria y le del Hogar Con este carácter mio, tan contrario a lo que nuestros grandes hombres llaman el buen sentido, habia hecho desde niño promesa formal de no tener nunca amistad con reyes, ni emperadores, ni presidentes, ni siquiera con ministros, con nadie que haga o que sea gobierno. Enemigo declarado de todo gobierno constituido, este ha sido mi lema favorito, y para niños y sobre todo para viejos tal práctica debiera constituir un ideal de la vida. Para gobierno basta con el propio, que cada uno sea por si mismo un gobiernito especial: mi individuo impera, manda y obedece.
Sin embargo de estas teorias, que aprendimos del profesor don Elias Jiménez, todos los del grupo del 59 año del Liceo de Costa Rica, curso de 1896, ahora que la mayoria de ese grupo constituye el gobierno nacional y que presidencia del Ejecutivo, y Corte Suprema de Justicia, y Congreso, y Jefatura de Ministerio, y Juntas de Beneficencia y Dirección del Colegio de Segunda Enseñanza. están desempeñados por compañeros de los más queridos y apreciables de aquellos inolvidables edad y tiempos, la cosa ha cambiado un si es no es. digo que ha cambiado porque cuando menos pensaba, me encontré viajero en el carruaje presidencial acompañando al Presidente de la República. Nos dirigiamos para una fiesta de caridad y al llegar al lugar donde se nos esperaba, al detenerse el carruaje, al abrir la portezuela del mismo, al alistarnos para bajar entre la algazara, cuchicheos, murmuraciones, bullicio del gentio, que se adelantaba para ver a su Mandatario, percibi los sones musicales del Himno Nacional. Cómo me dieron entonces ganas de desconocerme, de no ser yo, de volar a mi casita, de ir a escuchar el himno que a mí me gusta. Ah. Es mucha la diferencia que existe entre el Himno Nacional y el Himno del Hogar!
Cada vez que un papá va a salir de la casa, porque yo entiendo que en todas las casas los papás serán lo mismo, los niños entonan el himno del hogar. Los mios son cinco y en este coro les acompañan, no sólo la mama, sino hasta las encargadas del servicio. Papá, me trae «hites, a mi uvas, a mi un trapecio, a mi un automóvil. Papá, que no se olvide lo que me ofreció. Papá, un beso para abuelita y digale que me mande lo que me dijo. Si hay un lápiz en la oficina, tráigamelo. El mayorcito con intención de que su música no se olvide, me dice con reposo: Papá, ojalá me pudiera traer unas cápsulas para mi rifle. el más chiquitin, que apenas tiene dos años y que ha aprendido a hablar para no quedarse atrás en estas músicas sublimes, desentona el himno y grita, aun cuando el papá vaya muy lejos: un «eco» un «ñeco» un «ñeco. Olvida el pobrecito que para muñeco con él tenemos!
Por la tarde al regresar a la casa, este himno incomparable vuelve a repetirse, es la misma música aunque con distinta letra. Papa, qué me trajo. dónde están los fites, las uvas, el automóvil, el «ñeco. mi que me trajo. Se le olvido mi encargo. Ah papá, papá, papá! las bellisimas notas del himno van perdiéndose poco a poco en el espacio, aun cuando queden grabadas profundamente en el alma y en el corazón.
Muchas veces yo contesto a las demandas del himno y llevo a mis hijos sus encargos; otras, cuando las circunstancias se oponen a mis empeños y deseos, sólo les llevo ideas y noticias. Pin pin, que sigue siendo el más alborotero. y esto juzgo terminará cuando Vicente el más chiquitin crezca un poco. al verme las manos y bolsas vacías, siempre exclama: Si, ya se, hoy también nos traes ideas, como si eso se comiera. Dónde están las ideas. a ver, dame una para comérmela.
Oye, encanto recuerdas que esta mañana me llamaste para decirme, en gran secreto, que no trajera las cápsulas del rifle a Antonio, porque con ellas mataba los pajaritos, que eran tan lindos y tan buenos?
Si lo recuerdas, verdad? Pues, ahí tienes una idea que se come y alimenta mucho.
LUIS CRUZ MEZA De La Información.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.