EOS 117 116 DOS El horario de un instituto de varones y el de un instituto de mujeres deben ser distintos, si se quiere según conviene que sea siempre posible a los alumnos el tomar en sus casas alguna parte en las faenas que a cada sexo corresponden.
En un patio en el cual los recreos se gastan en conversaciones monótonas o paseos a pasos contados, un inspector no encuentra tal vez nada que reprender.
Sin embargo, esa calma misma debe ser causa de fuerte inquietud: ella es por sí un grave síntoma, si se piensa que en esa desocupación prolongada el cuerpo se anemia poco a poco y se ahila, y que con el fastidio consiguiente los caracteres acaban por agriarse y enervarse.
La bondad de un reglamento se mide por la cantidad de LIBERTAD que deja a las buenas voluntades, no por las trabas puestas a la mala fe o a las malas inclinaciones.
En la antigüedad, la educación toda era un juego.
Los tiempos son hoy más duros. Desde temprano, el porvenir inquieta legítimamente a la juventud, y la incertidumbre del éxito dobla para ella el peso del trabajo. Ayúdesela a sacudir de tiempo en tiempo ese peso. Prolonguesele el período feliz y fecundo del desinterés!
Sepan los maestros que hay tanto mérito en organizar un recreo como en asegurar la disciplina en un salón de estudio.
Las grandes aglomeraciones de escolares lo mismo que cualesquiera otras aglomeraciones son siempre peligrosas. SOLAMENTE EL MAL ES CONTAGIOSO y el contagio está en razón directa de la densidad de la aglomeración.
LOS JUEGOS y ejercicios de fuerza o agilidad son para el joven condición absoluta de salud moral no menos que de vigor físico. La libre y dichosa actividad es tan necesaria como el aire y el sol para compensar el esfuerzo precoz que se pide a jóvenes cuyos cuerpos y facultades están en vía de formación. En todo establecimiento en donde los recreos activos han cesado, se establecen el fastidio y la tristeza. Semejante medio, intolerable aun para un hombre hecho, es realmente pernicioso y abrumador para la juventud.
Hay algo de enfermo o de que va a ser enfermo en una juventud que no juega.
EL BAILE al aire libre no sólo es sumamente agradable e interesante para la gran mayoría de los jóvenes, sino que es hoy tenido por la generalidad de los fisiólogos como un auxiliar muy importante para la higiene escolar. Por otra parte, recuérdese que todo lo que renueva la imaginación y entretiene la confianza y el buen humor aprovecha por igual a la salud moral y a la del cuerpo, si es permitido expresarse así.
Los exámenes son LA DESGRACIA MÁXIMA de las escuelas. La higiene los ha condenado sin remisión hace ya muchos años.
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