Communism

80 EOS EOS 81 sa; ni sabemos cómo lo han podido llegar a desconocer nuestros modernos comunistas.
Contestarán, no lo dudamos, que este antagonismo es hoy debido a la lucha de los intereses generales y personales; que, identificados unos y otros, lejos de neutralizarse la comunidad y la familia se fortalecerán y prestarán apoyo; que no caben la envidia ni las malas pasiones donde la suerte de todos está igualmente asegurada. Argumento sólo fuerte en la apariencia, que es muy fácil desvanecer de un soplo.
Hemos pintado el sucesivo decaimiento de la fraternidad bajo la simple influenca del amor, y prescindido por completo de la de los intereses materiales. Es o no exacta la pintura? Si lo es hay contradicción en establecer que no hay comunismo posible sin fraternidad, y admitir instituciones que la debilitan, ya que no la destruyan. No sólo se hace necesario, de toda necesidad, abolir matrimonio; es preciso destruir los gérmenes del amor sexual, prostituir a la mujer y embrutecer al hombre.
La famla viene de Dios, ha escrito Luis Blanc, es imposible destruirla. La familia, parece decir Cabet en el conjunto de su libro, es la piedra angular de mi edificio. Mas. viniendo la familia de Dios, preguntaremos a Luis Blanc, cómo os atrevéis a ser comunista?
Siendo la familia la piedra angular de vuestro edificio, hubiéramos podido preguntar a Cabet. cómo os proponéis realizar un principio que, según habéis confesado, lleva lógicamente a destruirla? no haber creído tal, habríais contestado a El Humanitario. Quiero la monogamia. Por qué contestáis. La quiero provisionalmente?
El comunismo de Cabet quita desde luego a la familia su vinculo real, la propiedad, el patrimonio; el de Luis Blanc tiende a quitárselo. Ambos la privan del derecho de educar e instruir a sus hijos conforme a sus ideas y sus miras; es decir, del de crear individualidades más o menos enérgicas, del de continuarse moral e intelectualmente. Si la familia es un buen elemento social, por qué despojarla de lo que constituye su fuerza? Si malo. por qué conservarla. Por qué darle un campo en que viva y se mueva. por qué permitir siquiera que haya enlace entre unas y otras generaciones?
Es bien triste la posición de nuestros comunistas.
Reconocen libre al hombre, le ven en la historia luchando eternamente por sacudir de sus hombros el peso de la tiranía, y le han de negar la libertad para hacer posible un sistema. Consideran natural y eterna la familia, creen descubrir en ella el tipo del comunismo, y no pueden llegar a establecerle que no rompan todo lazo entre mar do y mujer, entre ascendientes y descendientes. Se resuelven a destruir la familia y la libertad? Levantan un torbellino de obstáculos y sublevan la conciencia pública. Transigen? Las contradicciones brotan de sus sistemas a torrentes; de las mismas semillas de paz brota la guerra.
FRANCISCO PI MARGALL Este trozo es del volumen II de Los grandes pensadores.
Señalamos particularmente este volumen a los lectores del folleto del Dr. Lafosse intitulado Los Impuestos.
Se or, despiertanos alegres y danos conocimiento y amor!
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