30 EOS vil. Todos gritaban sin entenderse; las injurias y los dicterios más denigrantes salían de los labios, las manos se alzaban amenazadoras y algunos garrotes caían sobre las cabezas y las cost llas del vecino.
Una pobre vieja quiso poner paz valiéndose de buenas razones; pero nadie la escuchaba, corriendo el riesgo de ser zurrada como las demás.
La triſulca duró mucho rato, y. quién lo diría. mientras los grandes se aporreaban de lo lindo, las dos pequeñas Akoulina y Malacha, que volvían a ser amigas, se entretenían con una azadilla y un bastón en hacer un arroyuelo a un lado de la balsa de agua, logrando que esta corriese calle abajo hacia el río.
Contentas en su alborotada alegría, empujaban el agua que se escurría dejando la balsa casi seca. Cógela. Cógela! gritaba Malacha.
Entonces una pobre viejecita, que se fijaba en lo que hacían las pequeñas dijo. Veis? Vosotros, los grandes, estáis batallando, a punto de mataros por una riña de criaturas; y en cambio ellas, miradlas. hacen la obra que habríais de haber hecho vosotros, y ya hace tiempo que ni se acuerdan de que han regañado. Ya vuelven a jugar como si nada les hubiese pasado. Ellas tienen más entendimiento que vosotros. Gansotes!
Los vecinos comprendieron la verdad que encerraban aquellas palabras y les dió un poquito de vergüenza. después de reirse de ellos mismos, entraron cada uno en su casa, Págs. 166 167 del Almanaque Ilustrado Hispano Americano para 1916, editado por la casa Maucci, de Barcelona.
Se vende en la libreria de Falcó Borrasé a un colón ej.
Nota La prensa local ha publicado dos cartas pedaş ógicas del Prof. Salinas, ex director del Liceo de Costa Rica. El Dr. Ferraz las ha comentado en La Información haciendo ver lo que tienen de bueno.
Las críticas del Dr. Ferraz pecan siempre de indulgentes. La indulgencia extrema es una de las muchas bellísimas cualidades del venerable maestro.
Nosotros no hemos podido apreciar bien las ideas del Sr. Salinas. Él se burla de la lógica como de ura bobería «inventada por Aristóteles» y no teme caer en contradicciones. Ataca, por ejemplo, con sobrada razón, la llamada «enseñanza vocacional. pero olvida luego completamente los propios argumentos, al hablar de las escuelas normales. Así, para acatar al Sr. Salinas, tenemos que preguntar al chiquito si quiere o no ser maestro cuando grande. Si no quiere, todo está salvado: le educaremos o instruiremos como a hombre. Pero si quiere ser maestro, tenemos que llevarle desde niño por un camino especial, enteramente distinto del otro.
Segundo e emplo. Es el Sr. Salinas partidario de los sistemas de «educación general. pero se pronuncia contra la coeducación de varones y hembras, porque la ciencia alemana ha descubierto que el alma de la mujer no es idéntica a la del hombre. qué solución irá a dar el Sr. Salinas al problema de la educación general cuando la cienc a alemana descubra que, a igualdad de sexo, no existen dos almas iguales, como no existen tampoco dos cuerpos iguales? Porque ésto ha de descubrirlo también la «psicología diferencial. Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.