Democracy

26 EOS EOS 27 tura humana, y encasillados de la vida pública cada cual según su ocupación y modo particular de vi vir. formar familias y ciudadanos esas orientaciones alsurdas. Nada podrían ser a derechas! Ni ciudadanos y hombres libres, ni siquiera esclavos como en Roma, que al fin podrían llegar a libertes; formarían castas»
como en la civilización brahmánica de hace tantos si glos: y eso ehera, después de dos mil años de cristianismo civilizador. Encrme anacronismo di de semejantes pedagogos! pretenderán, sin em bargo, ser hombres précticos del día, respecto. adelanto racional del país. haciendo como quieren, precisamente lo contrario de aquello en que més sobresale la civilización moderna, esto es: la compenetración demccrática de las antes llamadas clases sociales. mediante la cual suelen regenerarse y robustecerse la ciudad con el campo y el campo con la ciudad. esto ha sucedido y sucede aquí con frecuencia.
Porque absurdas son, evidentemente, las mentadas orientaciones de escuela, según alumnos y lugar de residencia, o según personas que las frecuenten, y donde hayan de abrirse; puesto que, ba o tal concepto, serian tan numerosas las «orientadas escuelas públicas, de obligación para el Estado, que éste jamás podría cumplir su deber constituc onal.
Vaga es, además, y muy defectuosa la supuesta diferencia entre campo y ciudad, para orientar» sus respectivas escuelas de Educación Común; porque dentro de lo rural y sus trabajos caben tantas escuelas de diferente orientación, como diferentes y aún opuestas tendrían que ser las «orientaciones pedagógicas de población a población según clima y circunstancias locales, y hasta en un solo centro según artes y oficios de sus moradores.
Distinguidos profesionales, y hombres públicos de importancia, sen de origen rural, o de humilde cuna, y muchos de los más hábiles agricultores dejaron la ciudad por el campo, sin dejar tampoco de ser notables ciudadanos como sus nobles ascendientes. Idéntica manera de endosmosis e injerto sociales puede cbservarse con respecto a familias antes cerradas a comunicación o contacto ſuera de «su clase» y hoy regeneradas, puede decirse, merced a enlaces «desiguales»
en el viejo dialecto señoril, y «progresivos, cristianos, civilizadores. según ahora se habla, entre personas educadas del mundo entero, sin seguir tampoco. al Para pulperos y artesanos. y para «gremios» tani diferentes, como apenas pueden contarse, de oficios comercio menudo, habría que «orientar» distintas escuelas especiales. de «Educación Común» en la ciudad, así como en el campo sería imposible una sola Korientación para la montaña y los llanos, para el sedentario cultivador de granos y hortalizas y el altisimo hachero de los bosques o derrátil vaquero sogueador en las praderas dilatadas. todos ell sin embargo en campos y ciudades son «ciudadanos por igual» de una democracia mcderca, ciudadanos con voz y voto en el Gobierno, cuyo Estado costea, insEste documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.