106 EL CABALLERO ANDANTE Panta de Junio de 1918.
Hermoso retazo. cuánto ganas, amigo. Vu duro. Al dia? 1Aaila, manu. lo duro al mes. Que no, digo. Un duro al año!
JI Le dejé que se uiarchara y en el monte me senté, y avergonzado, la cara en las manos oculté.
Homo sibi Dcus. ha dicho ila filósofo ale.
mán: el honbre es para sí su realidad, su de recho, su mundo, su fin, su Dios, su todo.
Es la idea eterna que se encarna y adquiere la conciencia de sí misma; es el ser de los seres; es ley y legislador, monarca y súbilito. Busca un punto de partida para la ciencia?
Lo halla en la reflexigu yen tá abstracción de yu entidad peusante. Busca uri principio nie moralidad? Lu halla en su razón, que aspira a determinar sus actos. Busca el universo? Lo halla en sus i:leas. Busca la divinidad? La halla consigo.
Un ser que lo reune toro en si es indudablemente soberano. El hombre, poes, todos los hombres son ingobernables. To lo poder es un absurdo. Todo hombre que extiende la 0112 no sobre otro liombre es un tirano. Es más: es on sacrilego. Pı MARGALL. Un duro al añol Nnte arriba, cara al viento, buscandy reposo y calma, iba me so muy contento dándole descanso al alma, y cuando a lo alto llegué y aldar la vuelta a la cima, un rebaño me encontré que se me venía enciuna.
Avanzaban las orejas marchando al paso tranquilas, y pasaban las parejas al sonar de las esquilas; y a los últimos reflejos de los rayos vespertinos, las vi perilerse a lo lejos por los ásperos caminos.
Detrás de ellas, lentamente, danilo al aire una canción, y vacuudo indiferente su inendrugo del zurrón, vecia un pastor, un niño, un imberbe zagalejo, que me inspiró ese cariño que es tan súbito eu un vieju.
Hula. tú eres el pastor. Si, srior. y qué se ofrece. Tienes pailres. Nr, señor. Cuántos años tienes. iTrece!
Pasaron por mi memoria templos, palacios y reyes, los aplausos y la gloria, los discursos y las leyes, los millones del banquero, las fiestas del potentado.
réditos del usurero, ladrones en despoblado, fortunas nal hereiladas en el tapete perdidas, los que del lujo se ufanan, tantas glorias, tanto da no.
y en tanto hay seres que gauan. Un duro al año!
III ¡Un duro!¡Oh, Dios. Cuántas veces to habré derrochado yo en miles de pequeñecer que mi gusto me pidió!
En coiner sin tener ganas, en caprichos, en favores, en vanidades humanas, en guantes, coches y flores, en un rato de placer, en un libro sin valor, en apostar, en beber, en huino, en un buen olor est duro que se olvida en cuanto correr se deja, era un año de la vida de aquel niño que se aleja. vi que sonios peores todos los seres humanos.
unos, falsos xogadores, otros, falsos puritanos, ya ateos y ya creyentes, todos en el daño iguales, resolvieudo diligentes grandes problemas sociales; y hay seres que en esa edad que ignora su propio engano, debeu a la huinanidad.
Ua duro al año!