EL CABALLERO ANDAXTE Panamá 11 de Mayo de 1918.
63 MANANTIAL ción.
pre, y eis cifra no escasa.
No existe maestro sultantes del gusto de los contructores; pero alguno, por muy competenie culto y experi torlos coincidirán en lo capital serán propinientado que sea, que no a prenda constante. cios al gran linso y trascendente fint a que son bente algo al enseñar.
destinulos. Lo importante, lo primordial, lo Los maestros graves, Severos, imperiosos, absolutain:ote ineludible consiste en fabricar fanáticos de la disciplina, estituyen en turno todos los elificios pedagógicos sobre los basasugo uda muralla infranqueable para sus alun mentos entun rurlos. Solo así, los investros de nos; con lo cual se hacen antipáticos, y sus ta. cualquier clase y grid, llegarául a ser los docreas vienen a ser tao laborios:is fatigantes tos alarifes de la Pedagogía única y verdacomo poco fructuosas.
dera.
El buen maestro no se manifestará Inunca BLÁZQC EZ DE PEDRO.
desabrido. El buen maestro será siempre 1191 amigo, el más voble de los amigos, para todos y cada uno de sus discípulos. El buen maestro deberá esforzarse, ante todo, por hacerse anar; por conquistar la firme seguridad de que siempre, aunque los años pasen, ha de ser reco lado con viva teritira por aquellos seres Entre espadañas, mirto y romeros, en calurosa tarile estival, a quienes ayoló a formarse y avalorar se. No liicieron alto los tres viajeros bay culturizador tani prodigioso como el Amor.
Todo buen maestro logrará erigir la escuela ante las aguas del manantial.
Robles gigantes le daban sombra, en una prolongación del lligar, en un saatuario de fraternidad, en una escala de Sublima.
césped florido formaba alfombra junto al velero murmurador; El maestro. para conseguir inocular en los y el agua clara, corriendo pura, uiños esta disciplini voluntaris, tenûrá que ser prestaba al campo dulce frescura, lojas al árbol, vida a la for.
muy sereno, muy pacienz ulo, my clemente.
Su ser calmaron los caminantes, un inconiurbable comprensiva; por ada se irritará, por nada gritará, por nada ofenderá ya los fulgores agonizantes de la serena tarile estival, ni inínimamente a los niños; temirá sieinpre escrita vieron esta sentencia: orla:lo su rostro coll una soarisii de cariño y ile perdón. rocura siempre que tu esistencia sea como el agu; lei manantial. Para disponer en toilo evento de tal in. es mal consejo rlijn el más inozo concluible paciencia, es necesario entrar en el y al comprenderlo siento que el gozo Juagisterio con potentísima, con indeclinable, flama a las puertas del corazón; cuo muy definida vocación; pensinilo en los como el arroyo se trueca en río, pequeñuelos y en el deleite de contribuir con correr el hombre debe, y con brio ellos a su avanzımiento multiforme, mas que en la remuneración monetaria.
hacerse grande por la ambición. Es buen consejo ilijo pausaio El edificio pedagógica.
otro viajero grave y honra:10;Los precerlentes cimientos podrían. en úl hay que ser puros para vencer; tiina y concentrarla simplificaciśn, siempre como las fuentes son las criaturas, vedtajosa para mejor desentrañar, sintetizar y almas y liofas han de ser puras, se en uno sol, cu cl puro culliro de la razón si cual espejos han de explemer, infantil. Cultivauslo la razón sin desarticula. Noble enseñanza! Sabio consejo! mientos ui ataduras, todo lo demás se recibe dijo el viajero caduro y viejo;por decursante derivación.
la seri templemos s, ur odio al inal, Con estos cimientos insustituibles e inse el bien hagallos con ansia inmensa, nescibles, es dable construir el edificio de la sin esperanzas de recumpersa, Peila gogía, con facilisael suuna y en todo lugar como las aguas riel manantial.
y tienpo. Todos los edificios que se levan.
LEÓN TOLSTOY.
ten sobre referidos fundamentos, podrán diferir los unos de los otros, eu ciertos detalles re. Versificación de Blanco Belmonte.