EL CABALLERO ANDANTE Panamá 20 de Abril de 1918.
31 FIFINA grave delierlad hasta la muerte, resplandeciendo en todas partes con su esplendorosa inutilidad; el. Tú te acuerdas de Filina?
señor consejero, hombre vulgar safortunado. Aquella muchacha muy guapa sunny otrs no protegido del pr supuesto. todos los estiraria que veíamos todas las tarres hace miembros en fin, de aquella fainilia fiabían re.
años en un landran paseando por el Retiro?
niso y sintetizarlo sus il piraciones en ver. Precisa inente. Pero sabes lo que le admirar, allorar y reverenciar a Fifina. Su ha ocurrido. El relato consta de dos para traje y su sombrero eran objeto lle 1;eración familiar.
tes: la primera puede constituir 1111 estudio ile No era posible enojarla caracteres, tal y como le escribiría un novelis pone que si forals sus lindos ojos se marcliitata a la moderna; la segunda pertenece algó.
rías.
Paire, madre, allela y tios fornaban nero fantástico, y tiene algo de Perrault y alla esculta de hollor, de la gentil niña. Se la go de Hoffınan.
Escucha esto que divilireexlicó para el escaparate, para la exbibición, mos en dos capítulos: para ser vista, y ella creció lánguidaniente sin saber la viva sino que es una serie de días FIFINA EN LA HISTORIA en que hay que trenar llevos vestidos, so pena de renunciar a la gran risión para que Desile que tuvo cuatro años la habías ves.
el Dios de las modistas nos ha crearlo.
tido con cuidadoso esnjero. Sumarlie, S11 abuela, sus tías se pasaban la existencia pedia Su verladero nombre era Josefina, pero el sando qué color sentaría inejor a la niña, qué cariño quiso suavizarlo, hacerle sutil y delitela serviría más para realzar la hermosura codo como un encaje, dulce como un caramelo, de Fikna, para que se destacase el lindo cutis amanerado como li figuíll: se la llamó Fifina.
rosáceo de su rostro, en el que dus ojazos azı Berta pensaba que era necesario que las les con enornies pestañas de oro parecían que familias distinguilas se esforzase por dardle rer escaparse en busca de otra cara 11a yor por si frutos perfectos, learlos y concebidos con resultar demasiado grandes para la de la viña. arreglo al buen gusto social. Miraba en Fi6El cariño y la admiración familiares liabían liena sa obra maestra, una extereorización de un cho de aquella criatura 111 ilolo, al que se ofre ileal estético mundann. La chica tenía la voz cía diario culto en las formas que más pueden fuerte; se la elisiño a lialılar bajo y despacio fomentar el orgullo y dir desarrollo a la va para disimular aquel defecto. Dus dientes de masi. Al crecer Fifina creció la pasión que la encía superior dc Fitina resultaban asaz a los suyos inspiraba.
graneles; la criaturita fué sometida cuando La abuela, una generala del antiguo ilgio cumplió los catorce años a una operación dolo mien que había llama la atención por su be rosa en que uno de los príncipes ile la odontallleza en la corte de Fernando VII; la marire gia talló las nos piececitas lentales para que una hermosísima ja inona, con el cabello blan: desapareciera la deformidad.
Gastose por co, pero con frescura juvenil en la boca y en arrobas el té en conservar, inerced a lociones las mejillas que era esposa de un consejero hábiles, el matiz de oro pálicio de la cabellera de Estado; la lía Berta, solterona, cargada de ile la jovencita. No se la dejaba comer de años, y recompuesta y allornada, ell cuya los vulgares platos que engordan y nutren, cabeza se guarelaban las fórmulas y praginá sino que se la aficionó a wa alimentación deticas de la etiqueta social, que llevaba un re licada, en que abundabau los dulces y las gegistro de sus amistades y que hacía al año latinas. Se quiso (lignilicar en la muchacha mil doscientus treinta visitus; la tía Anilit, preel fenómeno de la digestivi, con lo que Berta, cioso ejemplar de la devoción de tiro rápirlo, sin saberlo, porque era igal ranite como madri que madrugada para rezar y trasnochaba para leilit de buen tono, playinba la leyenda helena, seguir rezando; el tio Anacleto, vejele bird que lacía a las Driadas alimentarse de hojas vestido, ente inofensivo, uno de esos caracte de rosa y trocitus le panal.
res que a buocan en las familias principlex, Durante algunos clíns, la piadosa Auita ingeniero frustrarlo, que se liabía pasado la vi quiso llevar it su sobrina por el camino de la da acompañando por Madrid a sus hermapas devoción; pero Brita se opuso, dió una batasolteras, siempre limpio y dien vestido, sujeto la decisiva. Ella comprendia que la iglesia de por vida a ajenas voluutades, menor de era bueda para asistir a las graudes solemui