EL CABALLERO ANDANTE Paraná de Abril de 1918.
LA MUJER er glos trascurren para ir dejandu lecciones, a rá más lo que ignoremos 110 lo que sepacios, todos provechosas.
aunque ale leemos una muy dibatalla vita y Nos interesan tuilas las artes y todas las la dediquemos a fanosos al estudio. La exisciencias, aunque con saliente preferencia la tencia nás larg: es corta frente a lo desconoSociologia, ciencia amplísima, ciencia de cien cido. Esturias, estudiar y más estudiar es cias, que lo abarca todo porque con todo se re: una de las más sibariticas y apasionantes sallaciona. Saber perfeccionar nuestra sociedad, sas del vivir caminando hacia un concierto social, cada dia EL DIRECTOR inás libre y fraterno, es lo que más puede y debe ocuparnos.
Alguna vez utilizaremos el humorísimo y la sátira, pero siempre con tinira y caballero. La mujer 110 es inferior al hombre; es sidad. Nu seremos a tmas leiras serios, mi a sencillamente diferente a él. En el teatro, to las horas jocosos; porque si Teramos ¿no igala la actriz aldactor? Catieniu que le 110 11 otro, incurririamos en el amaneramiento iguala por el talento, por la fuerza il portaria a y en la uniformidarl, lo cual constituye un la la obra que se ejecuta; pero para decirlo todo, ño para el Arte y para la gracia vel vivir Se. en las tablas, el éxito es de la mujer.
remos como la ida, inquirtos, varios, Aluyen Tan injusto es pretener que Jorge Sand tes, polimorfis; es 111109 Pisos críudios, 110 ha escrito más que porque la esta lo bajo otros rienres; ell unos casos antra: gos, el otros la influencia masculina, como declarar que tal dulces; en unus casos cursores, et otros pro poeta, Musset, por ejemplo, 110 ha escrito sus badores; pero siempre serenais, reflexivos, fleriuosos versos más que dominulo por la incompasivos y jugosos. Las ideas son lo prisl fluencia femenina.
cip: para nosotros. Habiendo el jugo de las El liombre y la mujer, to nismo cuando ideas, todo lo demás se recibe necesaria y ols se trata del arte que cuando se trata del amor, viamente por añadidura.
cambian entre sí sus sentimientos reciprocos Enamorados (le la Naturaleza, la cautarey siempre se encuenfrit a una mujer en la lamos con efusión y termura. Opinamos que bor del houbre, del mismo mo:lo que ia y volviendo los ojos a ella, muclio ganaría la siempre un hombre en la labor de la mujer.
Humanidad entristecida, neura tenica y cruel.
JULES CLARETIE Sembrar flores nos será mucho más graº Lo mujer 110 es el ningún mollo inferior to que sembrar cizaña. Pero como en el tronco al hombre, es distinta: he alí todo. por 110 de las flores hay espinas, para ocasionar el haler querido comprender esta diferencia, bien y crear lo bello, es indispensable punza. creada por la naturalezi y tecesaria al inecase uno nisino y punzar a los demás un poco. nismo de la vida, es por lo fue los hombres Ciertas punzadas y ciertos amargores tienen perpetúan ese malentendu doloroso y terrible, también sus utilidades y sus encantos.
que hace la mayor parte de las veces del hoin No venimos a imponer a nadie puestras bre y de ta mujer dos seres enemigos.
ideas, sino a investigar sin temores y sin liiniOCTAVIO MIRDEAU tes; en colaboración con todas las personas ile Confieso que no concedo que exista supebuena voluntad que sepan, cual nosotros, que rioridad ni inferioridad entre el hombre y la la Vida es inquietud y renovación incesantes.
mujer. Los encuentro diferentes, y por conSomos analistas, 110 slogmáticos. Enmu siguiente, imposibles de comparar.
decer ante los errores y las maldades, lo con En todo caso, antes se expresar la idea ile ceptuainos complicidad cobarde. Hay que que entre los dos, el hombre sea el superior, penetrar en todo, coino un escalpelo en la car esperaré a que se hay encontrarlo el medio de ne, para conocer las entrañas y descubrir los prescindir de la mujer para perpetuar la ragérmenes. Penetrareinos, penetraremos. za, para llegar al apogeo de la felicidal o de Hemos estudiado, estudiamos y estudia la desgracia, y para que el hombre sepa expreremos sin cesar. Ello 11o nos impide tener cla sar en el arte ufro ideal que el que la mujer ra conciencia de que sabemos poco, de que inspira.
nunca se sabe lo suficiente, de que siempre sel aul Hervieu