EL VOLA Página SORDNORDHATIRER TOMOS.
hermosa treinta en directá të dice cores quiénes tienen ciento veinte kilómteros EL BUEY un vendedor.
la culpa de los accidentes, por hora. Hasta que exis Lleva la estrella del trabajo El mío le asegura 0por aplicar a los automóvi tan, en España y en el. deluida en sus músculos obrerostro puede hacer los cien les de turismo los mismos Extranejro. autopistas, to cincuenta.
principios que a los co subsistirá la despropor su mirada redonda. lo corona Velocidad. Antes, un au ches de carrera. ción entre las posibilida príncipe de la bondad y conde de la estupidezde de velocidad de los au tomóvil iba despacio, pero duraban él y su conductor No. El peligro funda tomóviles modernos y los Ua universidad del trabajo le o torga mental está en el heho de caminos por donde han de muchísimos años. Ahora, el doctorado de la lenlitud cada año sale un tipo de que un señor o una secircular. motor y de carrocería di ñorita. que acaba de pa Aparte de estos peli Sus extremidades pensativas ferentes. Hay cambiar sar el examen de conducse enredan en la madeja de su paciencia milenariacialmente al conductor y de coche todos los años, tor con un tan inofensivo gros, que se refieren espe como las señoras cambian cinco caballos, pueda al como sencillo Citroen de a los ocupantes de los auLa garrocha florece en su costado de abrigo o de vestido.
tomóviles, existen otros y él la padece mansamente día siguiente lanzarse a Dos temporadas bastani afectan a los peatones. Pe con jesuítico estoicismo para que un vehículo que ciento cincuenta por hora en un coche grande y com ro es preciso decir que re El turbio instinto genésico ha costado veinte o trein sulta maravilloso el he dispera el arco de su agilidad ta mil pesetas esté pasaplicado.
cho de que el balance de petrificada para la tareado de moda. En 1930, la atropellados en las ciuda cuando a la tarde, alguna vaca velocidad normal en caA este peligro hay que des y carreteras españorretera era de sesenta por añadir otros dos muy im las no sea pavoroso. no se asoma a las puertas hora. Hoy se va de Madrid portantes: los pasos a ni por culpa de los conductode su pupilas filosóficasa Sevilla a ciento, y con vel y el trazado de las cares, ciertamente! El pea La sentencia de muerte las carrocerías aerodiná reteras, que es, aproxi tón español se sitúa muy flota en el asta de sus cuernos micas se podrá uno matar madamente, igual al de a menudo en actitud de e. moivo probable mucho más de prisa er hace dos siglos. Por los nemigo frente al auto. si de su taciturnidad, año próximo.
mismos caminos donde ev avanzra uno por una La caridad del vate le concede ¿Por qué no se exige un circulaban las diligencias calle, no por eso aguarda un alma vasta y ruda examen de aptitud dife al trote de seis pencos, lose en la acera a que haya pa retrato de su humanidad rente para cada coche? ochenta caballos encerra sado. Al contrario Avan y una butaca de estrellas dos en unos cilindros de a: za lentamente, contoneanen el teatro de la eternidadEntonces. son los cons cero lanzan un vehículo a Fernando González Alberty.
dose, retador, gruñendo. Ahora vamos a ver DON PANCHO DECIDE ADHERIRSE AL MOVIMIENTO REVO: quién se quita de los dos.
matar media docena de pe LUCIONARIO QUE HA ESTALLA DO EN LA CIUDAD DE PANANA, OIDLO SENORES: Recuerdo que antes de rros y otras tantas galli la Gran Guerra, cuando nas cada cien kilómetros.
Don Pancho está asustado a catorce pesos le sube del gas la cuenta por las carreteras de Es Hoy los animales han ay caminando así desesperado apña circulaban muy po prendido a sortear el pelia Doña Pancha, su vceina los dolores cuenta. Catorce peros de cas, Qué barbaridad!
cos automóviles, se solían gro de los coches. Las per Treinta de comida, mas seis de lavandería sonas, aún no. Da miedo y con los Cuarenta de casa, Noventa tengo que dar atravesar los pueblecitos por los ochenta que gano trabajando treinta días De Donde saco tantos pesos para pagar?
LO QUE NOS DAN LOS enhebrados en las gran Pues mire siñó, le contesta, ma yo no se suma; des carreteras, aunque se AÑOS pero de los Cincuenta que se arrempuja mi Juan lleve el vehículo a una Con cuarenta pesos casa, comida y pan Con kerosin cocino en una que sabe cocina y esa IVANHOE diez pesos me hace ahorrá. los 10 años Capri marcha moderadísima. Ca da instante, un chiquillo don Pancho una IVANHOE compra y contento le dice a sus amigos: los 15 Deseos.
surge de un portal o de u Si entre las garras del terrible gas estás los 20 Ilusiones.
na bacacalle para meterse y buscar algo que con economía te cocine, entre las ruedas, y una vie en las Maravillosas ESTUFAS de Kerosine los 30 Ambiciones.
En la IVANHOE la economía encontrarás, jecita aturdida se precipi. los 40. Preocupacio ta sobre el parachoques Os pide don Pancho que os unáis a él, y aliorra: dinero en estos tiem nes.
pas de crisis comprando una estufa IVANHOE. Concurrid a la calle za No. 20, frente al correo, en donde un experto os demostrará co:no calienta los 50. Más preocu gritando, llena de espanto.
Ja, maravillosa ctufa IVAN HOE un litro de agua en nienos de minu. paciones.
ros. y como solo gasta un Balboa de Kerosene al mes. No olvidéis Calle 5a. No. 20. La cstufa IVAXHOF 11o debe faltar en su hogar. los 60 Experiencias. Una desconsoladora estaAVISO los 70. Egoísmos.
dística de ile Confío en mi suerte. piensa el conductor al entrar en una curva a toda velocidad, y otro tanto espera el peatón al cruzar una calle, imprudente.
Pues bien; para que no confien ni los unos ni los otros tanto en la suerte. LA ahí van unas cifras: de quince mil quinientas treUNION PANAMEÑA DE AUTOBUSES ce personas que sufrieron accidentes en España ducuenta para el servicio ed la ruta rante el año 1931. sólo seiscientas siete resultaPALACIO BELLA VISTA ron ilesas! Es decir, el 3, por 100.
con autobuses modernos y elegantes. como hubo durante mismo año dos mil USE LOS BUSES DE LA UNION PANAMENA muertos, llegamos a la conclusión que hay más PROTEJA LA INDUSTRIA NACIONAL posibilidades de matarse al cometer una imprudencia que de salir ileso.
chos.
Viajar. con seguridad y Como: didad es un Verdadero Placer.
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