Violence

EL Página Panamá, Miércoles 10 de Mayo de 1946 OBRERO PERROS RICOS NIÑOS POBRES LOS SINDICATOS SE DEMOCRATIZAN BUENOS AIRES Al promediar la mañana, los jardines de la avenida Alem, en el barrio Norte se pueblan con sus habituales visitantes. Son en su mayoria mujeres sin obligaciones domésticas, que pueden disfrutar del sol y del aire perfumado de la mañana. Pero allí está, también, la niñera que pasea al bebé y la mucama que vigila los juegos de los niños ricos. No faltan nunca algunos pequeños habitantes de los conventillos de Leandro Alem, que han escapado de su indeseable casa, como quien escapa de una cárcel, para llegar hasta el parque, donde, al menos pueden contemplar el paisaje y ver caras distintas. Sin atreverse a interrumpirlos, siguen con ojos muy abiertos los juegos de los otros niños, mientras arden en deseos de poseer, siquiera, uno de sus tantos y lindos juguetes.
Un mucamo, uno de esos mucamos con aires de persona, y cabeza hueca, pasa cerca dei grupo de niños pobres, llevando de una cadena al perro del patrón, en su matinal paseo. Los pequeños habitantes del conventillo miran con envidia a ese perro que come bombones y biftec de lomo, que pasea en automóvil, duerme sobre blando acolchado, le recortan frecuentemente el pelo, y, también, frecuentemente, lo llevan al médico. mirándolo, piensan que todos ellos añoran unos chocolatines, que se conformarían con pasear, aunque sólo sea en omnibus, que quisieran un traje y zapatos nuevos. Piensan en las estrecheces en que viven, en el hermanito enferrco y sin médico, en la comida pobre y escasa. abstraidos en esos y otros pensamientos similares, no han advertido que el mucamo dio un fuerte tirón a la cadena que sujeta al perio.
quien se había acercado a ellos, y le obligó a seguir la marcha.
No sea cosa pensó que acierte a pasar por aqui la señora o el señor y me reprenda por permitir que su que rido pichicho ande en tan malas compañías.
Hemos entrado ya en el capitulo cuarto del movimiento obrerista de los Estados Unidos. Una señal de ello es la conferencia de patronos y trabajadores convocada en Washington por el presidente Truman para tratar de dar bases sólidas a la paz entre los dirigentes industriales y los gremios obreros. Otra señal es la Carta de asociación entre patronos y sindicatos, formulada en marzo de 1945 por Eric Johnston, en nombre de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos, William Green, en nombre de la AFL (American Federation of Labor. y Philip Murray, en nombre del CIO (Congress of Industrial Organizations. Otra señal, quizá más significativa, por ser más regional, es la comisión permanente nombrada en Toledo, estado de Ohio, por el vicealcalde Michael DiSalle, la cual se compone de representantes caracterizados de los patronos, los sindicatos y el público, y tiene por objeto fomentar la prosperidad y evitar el desempleo mediante la cooperación práctica entre los directores industriales, los obreros yel público. En tiempos pasados, ciertos centros trataban de atraer nuevas industrias anunciando obreros no agremiados y trabajo barato. TOledo se propone atraer nuevas industrias anunciando que allí los obreros están agremiados y los gremios colaboran con los patronos en el fomento de la paz y el progreso industriales.
Para darse cuenta cabal del significado de estos y otros cambios comprendidos en el capítulo cuarto de la historia del obrerismo en los Estados Unidos, precisa recordar las características sobresalientes de los capítulos primero, segundo y tercero El capítulo primero abarca desde la adopción de la Constitución de los Estados Unidos, hasta el año de 1815, poco más o menos. Había entonces sindicatos, aunque pequeños y de carácter local; y había huelgas, vo de trabajo amparado por la ley.
Pero tal período, a no ser que hechos posteriores lo complementen, continuará siendo un periodo puramente negativo. La lucha se ha llevado a la mesa muchas de las cuales tenían por de discusión del contrato colecobjeto acortar la jornada, que tivo; pero no por eso pierde su a la sazón era de 12 horas. Pe carácter de lucha. Los obreros ro aquellos sindicatos estaban pueden, amparados por el conbajo la amenaza constante de trato y observando una conducla ley. Generalmente se los mi ta hostil, acosar a sus patronos raba como conspiraciones. y y causarle grave daño a los nealgunos de ellos fueron enjui gocios. El patrono, a su vez, pueciados por tal motivo. Hasta el de reconocer el sindicato como año de 1815, los tribunales no Job reconocía sus úlceras, y padeclararon terminantemente sar el tiempo, como Job, pregoque los gremios eran asociacio nando al mundo cuán calamines legitimas.
tosos son los resultados de las úlceras en general, y de las suEl capítulo segundo compren yas en particular.
de el periodo que medió entre esta declaración y el año de El contrato colectivo de tra1926. El número de los gremios bajo, por sí mismo, no crea ni locales se multiplicó, y empezaaumenta necesariamente 1a ron a aparecer los de alcance buena voluntad entre obreros y nacional. Fue entonces cuando patrono, ni tampoco la producse fundó la AFL. los gremios ción ni la riqueza, ni mucho mese les reconoció el derecho de nos, la prosperidad ni el bieorganizarse, pero los patronos nestar del pueblo. Por el conconservaron el de no reconocer trario, puede disminuir la riquelos gremios como entidades re za y la prosperidad nacionales.
presentativas de los obreros. De aquí la necesidad de pasar al orden de cosas del capítulo Este fue el periodo de la guecuarto, que es complemento del rra libre entre trabajadores y tercero, y en el cual el contrapatronos. Los agentes de los pato colectivo deja de ser una distronos asesinaban a los jefes puta perpetua para convertirse de los gremios. Los agentes de en colaboración continua de alos gremios volaban con dinacuerdo con ciertos principios mita las fábricas de los patrofundamentales aprobados por nos. Esta libertad de hacer ambas partes.
guerras privadas sin miramientos por los intereses del públi Creo que estos principios pueco, llegó al fin a ser intolera den reducirse a cuatro, que se ble.
hallan consignados en distintos pasajes de la Carta JohnstonAhora, el capítulo tercero. En Green Murray. Hélos aqui: 1926 se promulgó la ley sobre el trabajo ferroviario, la cual Se reconocerá y preservaobligaba a las empresas de fe rá el derecho fundamental de rrocarriles a reconocer los sin los obreros de agremiarse y cedicatos formados por libre elec lebrar contratos colectivos con ción de los trabajadores. Este los patronos. Esto obligará a principio fundamental lo exten ciertos directores industriales a dió a otras industrias la ley de desistir de su empeño de desvirWagner, promulgada en 1935. tuar la ley de Wagner o evadirla mañosamente.
Algunos han dicho que tal ley hace obligatoria la agremiación. Se reconocerán y preserEsto no es verdad. Si la mayo varán el derecho y la responsaTia de los obreros no quiere bilidad inherentes del patrono, gremio, no están obligados a a de dirigir las operaciones de su gremiarse.
empresa. Esto obligará a ciertos sindicatos a desistir de su Este capitulo tercero, que aún empeño de usurpar el lugar de no ha terminado, puede mirarse como la historia del período en que la política de la violencia ciega es reemplazada por el dominio pacífico de la mayoría; el período del contrato colectilos patronos cuando se trate de tomar decisiones relativas al manejo general de la empresa. El grado de producción será lo más alto posible. y de continuo se dará aliento a todo adelanto tecnológico. Esto obligará a ciertos gremios numerosos a desistir de su empeño de cercenar la producción del obrero e impedir la adopción de maquinaria y métodos mejores. Habrá un sistema económico de alcance nacional que proteja al obrero contra las eventualidades del desempleo.
Esto hará que ciertos patronos no miren con ojos hostiles todos los nuevos planes de compensación por desempleo y de empleo permanente, sino que, por el contrario, los estudien con el sincero propósito de hallar en ellos algo que conduzca a una política práctica provechosa.
En mis entrevistas con jefes y miembros influyentes de varios gremios, he visto que temen de veras que muchos directores de empresas importantes traten de aprovecharse del periodo postbélico de readaptación de las fábricas, con el desempleo consiguiente, para debilitar o desbaratar los sindicatos. De ahi el que los gremios pidan a gritos la adopción del principio primero arriba mencionado: el reconocimiento completo y sincero del derecho de agremiarse y del contrato colectivo. Creo que dicho principio será aceptado del todo por los patronos, con la condición de que el principio segundo el derecho de los directores a dirigir sea aceptado por los representantes de los trabajadores.
Pero como pueden armonizarse estos dos principios? La contestación a esta pregunta no es muy difícil, si se estudian las muchas fábricas en que tal armonía se ha establecido ya total o parcialmente.
El convenio de contrato COlectivo fija las reglas que deben regir la conducta de los trabajadores y de los superintendentes. Estas reglas pueden comprender salarios, duración de (Pasa a la Página 23)
Para Tomar Para Vender La Fábrica Nacional de Calzado Recuerdelo Bien saluda a todos los obreros en su día.
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