PAGINA 14 BOMBOS PALOS Panamá, Julio de 1928.
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Con mi Periscopio Bombos y Palos POR LA LUTECIA de acero. Por largo rato que Se vende en Colón en los siguientes sitios: TEOLOGAL dé extasiado teniendo a París, la ciudad frívola y teoLIBRERIA BERGUIDO El compañero de viaje Ra lógica a mis pies.
Avenida Bolivar entre Calles 6a. y 7a. Kiosko del fael Ospina Pérez, como dije No me cansaba de ese es Parque, y Agencia en la Ave. Bolívar, entre Caantes, se despidió tomando la espectáculo tan maravilloso.
lles 4a. y 5a.
dirección de su familia, resi Paris omo una gran araña, dente en Rue Pergolesse y extendiendo sus tentáculos ро no lo he vuelto a ver más. liformes. París como una es quella cubierta metálica la gues arquitectónicos del mo Restrepo también se quedó en trella fascinadora extendía brada por exquisitos orfe numento, y en la Tumba del París, por algunos días antes sus puntas imantadas y por bres. Es imponente este lu. Soldado Desconocido. Vu die partir a España. Durante ellas hervía una muchedum gar convertido en altar de la chas veces a la hora del cre.
mis breves días en esta ciubre abigarrada, un laberinto Gloria y donde yace un sím. púsculo y en compañía de dad luminosa, reparti mi tiem die tranvías, autobuses, taxis, bolo: El héroe anónimo, re ristides Royo, he paseado po entre mis paseos, las visi. transeuntes, ciclistas, berlinas presentación del soldado fran mis melancolías por las cir tas a los compatriotas, y ho carruajes lujosos, carros de cés que peleó por la causa de cunvalaciones del Arco, que a nestas distracciones que me transportes, carretas y jine la Humanidad. Cuántas ve medida que se avanza, se yer procuraba en las veladas de tes. La visión de París es ces he pasado bajo la sombra gue majestuosamente como los cafés y en el Metro. Ja. desde la altura del Arco, fan. del Arco, he experimentado un gigante de piedra y que más me cansaré de admirar el tástica, cautivadora. Un vie una impresión extraña, una al alejarse, vá dejando una soberbio Arco de la Estrella, jo inválido de la guerra, con unción cuasi mística, igual a jiva de penumbra como real que subí una mañana para aspecto de seminarista, al juz. la que se experimenta en los cortada en el fondo de las nu dirisar el grandioso espectá gar por su cuello alto de em. viejos sarcofagos escondidos bes.
culo de París y sus alrrededo pleado curial me sirvió de ci en la penumbra de las cripEntre lo que pudiera con res. Ascendí la larga escalera, cerone, en la descripción del tas. Con suprema curiosidad tar además, de Paris estan por la que subían algunas per paisaje.
leí varias veces las inscrip la visita al Trocadero y a la sonas que juzgué eran turis París volvía a su normali ciones interiores de las pare. Torre Eiffel, enorme jova tas y llegué a la parte supe. dad después de la guerra. La des del monumento.
rior, no sin sentir el cansan vida seguía su curso de ande ingeniería de 300 metros cio de la jornada.
Alli aparecen los noinbres de de altura. a los Inválidos, Se olvidaban los días Desde allí se puede admirar tristes de 1914 1918, el sitio los Mariscales de Bonaparte, donde he visto trofeos auténen toda su belleza, la sober por los cañones de largo algenerales. Turena, ticos de la Guerra y en exhi bia Avenida de los Campos cance, la aproximación de los Hoche, Bernadotte, Mac Ma bición el vagón de ferrocarril líseos, una de las más ele Alemanes, para pensar en las hon, Kleber y uno muy sin donde se firmó el Armisticio gantes del mundo, con sus frivolidades de la moda, en el gular que llama la atención e! 11 de Noviembre de 1918, hileras de árboles coposos placer, en el comercio, en la y que todos los latino ane. a Notre Dame envuelta eri se pierden a los lejos, la Bolsa y en las carreras de caricanos a su paso por esa olisi el sudario de sus prestigios venida Friedland tapizada por ballos.
de arte buscan con atención seculares. a la Magdalena, ia verde esmeralda y el turBajo las arcadas del sólido. el de Miranda. Es raro la la Santa Capilla, al Ceinen del Padre Lachaise quí de las nubes que le sir. monumento napoleónico está haya un momento siquiera terio ven de fondo, las Avenidas a Tumba del Soldado Desco. que el Arco pemanezca donde duermen dos amanHoche, Wagranı y Mac Ma nocido, con una placa simbó sierto. Siempre hay en acti tes Abelardo y Eloísa. Ja hon, como prolongaciones de lica un pebetero de bronce. tud de plegaria y recogimen Iglesia de San Germany!
fin paraíso fantástico en el que despide una llama azuli ko algún ciudadano, algún gen Sagrado Corazón. a la Ope.
juegan todos los colores, y las na. Día y noche arde esta an darme, alguna viuda que ha ra nagnífico triunfo aronitee del Grand Armeé, y del Bos. torcha como un fuego de ves buscado el conjuro de ia. tónico, a los Palacios de las que de Bolonia, amplias en la tales, y la flámula entre las ternidad sobre ese catafalco. Tullerías, el Louvre, el hotel primorosa geometría de sus coronas de flores naturales, Hasta en las horas de la li de Ville. al Luxemburgo, al arboledas, de sus, edificios, de que diariamente coloca alli che he visto alguien dicen grande y pequeña Trianon a sus torres entre las que se el espíritu patriótico de Fran tinela, como atraído por la la Bolsa, a la Plaza de la copia en el fondo la de Eiffel :ia, nos dá el aspecto de una evocación de las glorias de majestuosa como un encajelcampánula que brotara de a Francia, hundidas en los plie. Pasa a la 16)
tes.
de sus BIBLIOTECA NACIONAL ERNESTO CASTILLERO