EL UNICO 95 una mansedumbre tal estos vejámenes y se prestan tan dócilmente adular amos y capataces, que en verdad dá asco. Si nuestra prensa no emprende una campaña radical aplastando este rebaño, sucumbiremos axfisiados; pues, son ellos los que nos esclavizan ya que prestan sus hombros los amos.
Duro con ellos. Vuestros, SALAMERO Roque JACOSTE.
BIOGRAFÌA AL GALOPE negreros que tanto en el Istmo batallaron para reventar la propaganda y especialmente INTRANSIGENTE, viéndose de frauclados sus propósitos; y para que el público sensato juzgue reproducimos los extractos de las declaraciones prestadas.
Mientras al acusador Sem Campo se le faculto para emitir todos aquellos iuformes tendientes desmerecer al acusado, este solo breves instantes le fueron otorgados para defenderse.
Sen Campo, afirmó ser verdad que había pedido metálico, que había despedidlo al obrero y finalmente si la justicia fuese tal, sin mas declaraciones que la confesión de parte le hubiésen hecho reo. Sus testigos, como ya dije, no aportaron dato al guno tendiente a desvirtuar La Picota; pues, tan ciertos estaban de que ella era el fiel reflejo de la verdad, que los testigos de más importancia prestaron declaración secreta. He aquí los testigos: Después de haber prestado el juramento de estilo los 28 testigos, pasa ocupar la silla, Felix Tabares, quien dijo. que si daba a Sem Campo pesos oro, despedía un obrero de la cuadrilla y le daba trabajo. David Iglesias, dice. que Sem Campo le pidió dinero, que echó Vidal Alonso, que cuando le pidió trabajo se lo dio previo el declararse partidario de la Anarquía; y finalmente que conoce muy especialmente el jardemen y sanamawiche.
y que La Picola fué obra de él y otros. Ramón Sierra, afirma,. que Sem Campo le exigió dinero que las cuatro y media mandaba varios obreros llevar leña ásu casa, robando así el tiempo la Comisión. Antonio Arias, atirma: que Sem Campo le pidió dinero y que le tiró con una tabla y que si 110 se hubiese desvíado lo asesina. Adolfo Seáz, dice:. que le exigió Sem Campo dinero, llegando hasta tirarle de la americana y que reconoce suya La Emeterio Vadillo, afirma:. que Sem Campo echó Vidal Alonso, que le exigió dinero, que le amenazó, etc. y reconoce suya La Picota. Antonio Velasco dice,. que si no le daba, dinero para la Escuela que le había de pesar, reconoció suya La Pcofa. Rafael Díaz, afirma que Ser Campo le exigió dinero, que quien no sea anarquista que no puede trabajar con él, qne despidió Vidal Alonso y que reconoce suya La Picota. Mores, dijo: que le exigió dinero, que le amenazó, que intentó maltratarlo, que echó Vidal Alonso y que es suya La Picota. Fray Perez, Sem Campo despidió al obrero, que le exigió metálico y que era un impertinente, reconoció suya La Picola y reafirmó que en lo que en ella se dijo era la verdad.
Como estos el resto de los testigos justificaron que La Picota era verídica y que no reconocerlo era ponerse del lado del error. Todo inútil. INTRANSIGENTE fué condenado 15 pesos de multa y 35 de costas.
Pueden estar tranquilos los urópsofos protegidos por los cabanes de Cavite y Santiago y por los canallas que editan Tierra. LOS EGOISTAS.
Picota.
Para los sacristanes editores de Tierra!
Habiendo los editores del papelucho Tierra. propalado que Rodríguez fué y es un elemento pernicioso para la propaganda, creo necesario reproducir aquí las opiniones de la prensa, antes que las mías: pues, así, podré demostrar más ampliamente, que los defensores de las horcas inquisitoriales iiberales mezicanas, son unos redomados farsantes. El señor Rodríguez, deteuido ayer (á la 1, 40 en el preciso instante que cruzaba la Plaza Santa Rosa leyendo El Hambriento del Perú. con motivo de la Huelga General por los luctuosos sucesos de Ingeniero Wite, se halla cómodamente alojado en uno de los calabozos de nuestro Departamento Policial.
Hoy será sometido a las impresiones digitales, medido y fotografiado para ser trasladado la «Penitenciaría Nacional para responder las acusaciones contra el formuladas por Cesareo Díaz Castillo, uno de los apaleados con motivo de dicha huelga.
Castillo afirma, que, Rodríguez es el autor del asalto sufrido. Por nuestra parte, solo diremos, que de no tomarse medidas radicales contra ese personaje, cualquier mañana tendremos que pedir al señor Rodríguez permiso para que nos deje trabajar los obreros, pues, ya no se conforman con las horas, ni con las y menos con que haya patrones sin olvidarnos del go.
bierno. Para qué recordar aquí los mitins, huelgas y boycotts por él iniciados? la Policía bien lo conoce: por eso lo tiene bajo llave. La Provincia. Hoy! abordo del vapor Citta Milano, partirá expulsado para Europa nuestro querido compañero Rodriguez: esperainos tenerlo pronto entre nuestros brazos, La Protesta. 12 23 07. Comentariosť hágalos por ini el lector. Aplaudimos la institución policial cuando se trata de expulsar esos agitadores que no se sabe de que viven: pero tratándose de propagandistas como de Rodríguez que llevan en nuestro país años dedicados producir y propagar sincera y francamente sus ideas, no podemos por medio de dejar constancia de nuestra protesta. La Argentina periódico de información. 11 23 07.
Despues de una serie de mitins organizados con el deliberado propósito de deshacer las viejas sociedades de estivadores, que durante varios años garantieron una docena de individuos pan, casa y fausto, Rodríguez consiguió su propósito; pues, congregados en Asamblea en el Teatro Polyteama. cuyo amplísimo local fué insuficiente para contener el inmenso gentío quedó definitivamente organizada la Sociedad «EstivaDESDE SEATLE En Norteamérica, la miseria va acoplada de una manera alarmante los miles de productores que sin trabajo se ven condenados recorrer este país de extremo extremo.
La tierra de los multimillonarios está de tal inodo acaparada, que ni una sola parcela hallará quien intente levantar libre de tributos su choza. El trabajo, se efectúa mucho peor que en los los tiempos de la Gleva, ya que, si aquellos temían la vida asegurada, estos solo tienen el matadero.
Reina una explotación tan despiadada en este Continente, que despues de rayar en lo inquisitivo, muchas veces no se les aguarda plazo, se les sacrifica sobre tablas. pesar de todo esto, los proletarios, imitación de los carneros de Panurgos, aguantan con