8 EL ÚNICO FUNDAMENTOS DE LA IDEA ANARQUISTA No 151 EXPOSICION Las religiones son bipótesis sobre la creación del mundo y la existencia de los hombres.
Esas hipótesis han sido declaradas absurdas por la conciencia y comprobada su inexactitud.
Las religiones son innecesarias para el desenvolvimiento del hombre.
Las religiones han servido para que unos hombres engañen y exploten y hasta torturen y matená otros hombres.
Por esto, los anarquistas somos irreligiosos. El trabajo en sus dos formas, manual e intelectual, es el creador de todo cuanto existe.
La apropiación que los que no producen nada capitalistas, políticos, sacerdotes, militares, etc. hacen de la mayor parte del produto de fos obreros del músculo, es una iniquidad, una injusticia, un robu.
El capital es trabajo acumulado, mejor dicho, es trabajo no retribuído a los produtores de ayer, de hoy y de siempre.
Los anarquistas protestamos contra esa explotación inicua y aspiramos un régimen social en el cual no hayan explotadores ni explotados y en el cual sea reintegrada a la humanidad la riqueza de origen social que colec tivamente detentan los llamados capitalistas. it nicion. 3o El gobierno es un organismo improductivo, que consume y no er ca nada, y cuya única misión consiste en asegurar el privilegio de los capitalistas, de explotar los productores.
Así, manteniendo ese privilegio, se aprovecha él igualmente de los beneficios de la producción, haciendo más angustiosa aún la vida de los productores.
Por ser, pues, inútil para el Aorecimiento de la vida, en sus fases toaterial, moral, intelectual y artística, somos los anarquistas enemigos del gobierno, al par que por servir unicamente para mantener la explotación capitalista.
4º Siendo la política un semillero de ambiciones y no aspirando los políticos otra cosa que no sea sustituirse unos a otros en los empleos públicos, recurriendo para ello a todos los recursos, hasta los más innobles y brutales, los anarquistas nos declaramos antipolíticos. La ley no impide los delitos, estos se producen pesar de ella, y cuando la ley no es elucida hábilmente por la fuga del delicuente por la venalidad de policías, jueces, carceleros y gobernantes, tan solo sirven para cas tigar ferozmente los llamados criminales.
orofil Convencidos de que las leyes sólo tienden favorecer el privilegio de los parásitos sociales. políticos, go bernantes, capitalistas, curas, etc. y de que ellas no impiden la delincuencia, y convencidos de que el delito tiene miseria y escasa ilustración del pueblo y en factores de orden fisiológico que la ley es incapaz de modificar, los anarquistas nos declaramos adversarios de toda legislación 69 La patria es una creación arbitraria de los gobernantes.
El hombre no elige el punto de su nacimiento y lo mismo crece en las heladas regiones, de la Groenlandia que en las tórridas del Ecuador. La división de la tierra en nacionalidades no responde ningún fín práctico, erea en cambio un valor moral que es perfectamente inmoral.
ac El nacer aquí más allá, no es una razón para odiar y considerarse enemigo del que nació en otro punto así como tampoco es una razón para amar a los hombres que han nacido en la misma región y que lo mejor nos pueden ser más antipáticos y perjudiciales que los nacidos centenares de leguas de distancia.
No tenemos motivo alguno para aborrecer los japoneses, y en cambio lo tenemos muy grande para odiar al gobernante de nuestro país que nos oprime y al patrón que nos explota.
24 No respondiendo nada necesario, práctico, útil, la división del mundo en patrias, y siendo al teves esto, causa de conflictos, guerras, semillero de odios, los anarquistas proclamamos la obolición de las patrias, para que los hombres todos se consideren como lo que son miembros de una misma especie, nuya nación es la tierra, ho fan politicos al tema dada huyo ana.
FOYD Sus causas en SINTESIS bolov do Los anarquistas queremos una sociedad en que cada hombre se gobierne sí mismo Ակսել եւ a stabilu hteli de producción esten al alcance de todos los hombres. Pismo y en la que los medios Anarquía es la vida libre sin que política, ni economicamente un hombre predomine sobre otrol