maestro decía. debe precaver a sus discípulos contra su influencia personal. En otras palabras, no corresponde al el recrear con su espléndida imagen a los discípulos, sino, por el contrario, estimular a los alumnos para que den plena expresión a sus propias individualidad y facultades. Esto representaba una herejía en aquellos tiempos; quizá todavía lo parece, pero es la herejía en que se basa la escuela de mi hijo.
Llevando este ideal a la práctica, la escuela ha reproducido con bastante exactitud las condiciones en que se formaron los interesantes personajes del pasado. Los viejos ciudadanos trabajaban en el campo o en industrias particulares que se ejercían en el hogar doméstico. La lectura y escritura que aprendían en la escuela eran sólo parte de la educación; la parte mayor y más importante se desarrollaba en el hogar, combinando la educación manual y la intelectual bajo condiciones que exigían el máximum de confianza e iniciativa propias. La educación era bastante deficiente en cuanto a libros se refería; mas, sea cual fuere su ca.
rencia a este respecto, poseían el vigor 366 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica.