. En los Estados Unidos los productos accesorios de la educación sou menos definidos, porque la fuerza de la tradición es más débil y porque dema.
siados muchachos reciben demasiado tiempo enseñanza femenina. La dificul.
tad de obtener maestros del sexo masculino nos ha acostumbrado a esta anomalía, y aun hemos escuchado el murmullo de dulces frases acerca de la índole elevada de la influencia de la mujer. Pero subsiste el hecho de que los muchachos están destinados a convertirse en hombres, y que ninguna mujer es capaz de prepararlos para esta contingencia. Solamente hombres, y hombres de resolución y de principios, pueden adaptarlos al rudo mol.
de masculino. Es cuestión de carácter, y no es posible menospreciar sin ries.
go este importante producto accesorio de la educación, así sea en la época atareada y eficiente que atravesamos.
Rasgo curioso de nuestra época es que por un lado miramos con grave 340 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica