de las gentes en un siglo que proclama por doquiera el triunfo del método experimental. El suspender nuestros juicios y buscar la base de nuestras conclusiones en los dictados de la experiencia, está lejos todavía de constituir un hábito mental generalizado.
La vida diaria nos ofrece mil ocasiones de instituir experiencias para basar en ellas nuestros juicios; pero el largo hábito de lo que llamamos cultura nos hace adoptar frente a todo problema una situación pasiva, inclinándonos a acudir a la autoridad para la investigación de las causas, buscando recibir de mentes ajenas la información que pudiéramos arrancar a los fenómenos mismos. El experimento, fuente de la verdad, no constituye todavía la base de nuestros métodos de legislación social; y el legislador que, verbi gra.
tia, propusiera votar una partida de los dineros públicos para librar de moscas un distrito de la ciudad, con el objeto de comparar luego la diferente mortalidad de los niños antes y después del experimento, a fin de basar en tales hechos una enérgica campaña para reducir esa plaga, sería tachado 306 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregon Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.