sidera poco menos que perdido el tiempo a ellos dedicado; éste preconiza la manualidad utilitaria; aquél la considera un delito pedagógico; y ca.
reciendo de medios para conocer de qué parte esté la razón, el maestro debe necesariamente elegir su partido por un acto de fe, como se acepta un dogma.
No hay que asombrarse si el dog.
matismo, expulsado ya de todas partes donde se piensa y se crea, reina todavía en la educación, pues mal puede instituir procedimientos racionalistas el que no se funda en ellos comenzando por someter sus propias enseñanzas, que son su propia labor, a la prueba de fuego de la experiencia.
La misma obscuridad envuelve todas las zonas del campo escolar; y el que presencia un debate parlamenta.
rio sobre educación, creería hallarse transportado a otro siglo. La discusión sobre planes de estudio, programas, métodos, disciplinas y reformas, aunque invocando siempre la experiencia, pero a la que faltan todos los elementos que dan a la experiencia su valor científico, se basa en afirma.
298 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica