la dirección de la conducta, y por erróneos conocimientos perjudiciales para esa finalidad.
Algo sin embargo habria que cambiar en el lenguaje dogmático, y seria la necesidad de introducir una tercera categoria de conocimientos: Los conocimientos indiferentes para la dirección de la conducta, que no tienen ninguna función de dirección y entre los que tendriamos que clasificar la mayor parte de los que dan lugar a las interminables discusiones metafísicas, en las que por lo general los contrincantes no saben de qué hablan, porque no saben para qué discuten.
Esto no quiere decir que los principios abstractos tengan que excluirse de la concepción escéptica. Los principios más abstractos pueden tener un valor pragmático; pero, cuando lo tengan, directa o indirectamente, tendrán que poder referirse a principio de conducta para que tengan razón de ser en el escepticismo.
La única ciencia que el escepticismo niega, es así lo que no puede justificar en algún modo su utilidad, que no tenga ningún sentido práctico de la conducta.
un 296 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregon Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica.