que aun en el supuesto, que nuestro mundo fuera un mundo de ilusiones, que nada real correspondiese a nuestra sensibilidad, a nuestros conocimientos y a nuestros deseos, siempre se justificaria, que nos preocupásemos de aumentar el caudal de conocimientos que dirigieran la conducta en sentido útil, para vivir con agrado nuestra vida ilusoria, procurando el placer y evitando el dolor, y que tratásemos de corregir los conocimientos que hayan dirigido perjudicialmente nuestra conducta teniendo en vista esa finalidad.
La ciencia no tiene por qué desaparecer con el escepticismo. Conserva en él, derecho a la existencia, y su cultivo aparece como una necesidad. Lo único que cambia necesariamente es su sentido. Deja de tener valor teórico; su sentido es puramente práctico.
Sólo su sentido cambia. Ni siquiera es necesario modificar su estructura externa.
Siempre será una construcción dialéctica, basada en principios fundamentales. Naturalmente el sentido de estos principios cambia.
Toman un carácter puramente hipotético.
Dejan de ser las verdades indiscutibles del dogmatismo, para convertirse en simples principios críticos de valor puramente instrumental.
Ni siquiera será necesario cambiar el lenguaje dogmático de la ciencia. Podremos seguir hablando de conocimientos verdaderos y erróneos; pero, siempre que nos atengamos a sn nuevo significado: Que por ver.
dadero entendamos conocimiento útil para 295 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica.