que es el sostén y la raíz misma de tu felicidad. No hay más que una vida temporal para los humanos y en ella se decide si han de vivir eternamente gozando del bien supremo o eterna.
mente gemirán alejados de El. Tiemblas por tu suerte? Desecha tu temor. Dios con ser omnipotente no puede condenar a un alma que se entrega a El en la hora de la muerte. Deseas poseer tu cuerpo? Lo poseerás eternamente, pero glorioso, purificado. Deseas el reposo? Reposarás en la paz eterna. Amas el honor, la gloria y el poder? Participarás de la majes.
tad y del soberano dominio de Dios. Buscas la compañía de los nobles y los sabios? Gozarás de la sociedad de todos los hombres de bien que en el mundo han sido. Quieres en fin (y este es sin duda tu más ardiente deseo) amar a los tuyos más allá de la tumba? Volverás a encontrarlos y esta vez para no perderlos jamás. La muerte no rompe los lazos que unen a dos corazones sobre la tierra. Tu amor en el cielo sin dejar de ser íntimo y tierno quedará limpio de toda aspereza; porque el corazón humano es 285 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica.