desgracia si se realizasen, deja ese concepto estrecho de la inmortalidad propio de edades bárbaras o de hombres ignorantes. Una vida nueva, absolutamente nueva está ya preparada para tí. De ella no tienes idea como no tiene un ciego de nacimiento idea de la luz; pero no por eso deja de existir y de ser hermosa, y cuando abras los ojos la verás y la gozarás con la dichosa certeza de que cuando otra vez los cierres será ella la que desaparezca, no tú, que de nuevo los abrirás para gozar de otras más bellas en sucesión eterna. Señores míos respondo yo a tan amables palabras respeto profundas mente vuestro sentir porque entre vosotros se hallan a no dudarlo los más altos pensadores que han honrado nuestro planeta hasta ahora; pero no me cautiva la inmortalidad que me ofrecéis. Os confieso, aunque peque de ignorante y bárbaro, que este pobre yo que tanto afectáis despreciar es lo unico que me interesa en este momen275 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica.