mulos cipreces se alzan inmóviles sobre las tumbas.
De repente escucho a lo lejos un clamor rumoroso que se acerca: levanto un poco la losa de mi sepulcro y me encuentro rodeado de una chedumbre abigarrada que me mira en silencio. Son los filósofos de la palingenesia antiguos y modernos, los pitagóricos, los platónicos, los estoicos, los alejandrinos, los origenistas, los trascendentalistas, los fourieristas, los sansimonianos. Uno de ellos toma la palabra y me dice. Nada temas. Tu alma es inmortal y al abandonar tu cuerpo perecedero se vestirá de otro y después de otro una serie infinita de existencias distintas. en cada una de ellas rás desgraciado o feliz expiando tus faltas o recibiendo la recompensa de tus buenas acciones; pasarás de una vida más imperfecta a otra más perfecta o recíprocamente, según hayas ascendido hacia el bien o hayas des.
cendido más abajo en el mal. Tu mismo cuerpo será cada vez menos material, más sutil y espiritual y tus sentidos más delicados si no los manen se273 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.