El buen sentido popular, por otra parte, no se deja engañar por los falsos aspectos de la inteligencia. Una persona podrá ser muy instruida, graduada en todas las facultades y laureada en concursos superiores, hasta posee.
dora de cátedra y de funciones emi.
nentes, y con todo continuará siendo un pobre cerebro. Su criado o su ayuda de cámara no se deslumbrará en modo alguno por esos títulos; pensará que, a pesar de todo, su señor no es inteligente, y no se engañará. Así cabe explicarse el fracaso de ciertos individuos aventajados en la escuela, alumnos de prestigio, que se han convertido en hombres mediocres.
En verdad, crear es propio de la superioridad en todo medio, en todo lugar. El comerciante que instala una casa más adaptada a las necesidades de la clientela, crea, como el que perfecciona un método de enseñanza encuentra una mejor disposición de una instalación industrial o pone de manifiesto un hecho nuevo en el estudio científico de los fenómenos. Hay ciertamente una jerarquía en esos actos, y en este sentido no tienen todos el o 262 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.