los partidarios militantes, según su criterio del interés propio.
Con el aumento de pasividad de la clase pasiva, gran número de electores han llegado a dejar de ser partidarios en el sentido de formar parte de una agrupación política nacional, y actúan políticamente sin miramiento a su anterior filiación. Estos «neutrales» hacen gravitar su peso hacia uno u otro lado, según crean más beneficiado su interés. Imagínanse más virtuosos que los partidarios pasivos, quienes a su vez se reputan más virtuosos que los ac.
tivos. La abstención de la vida política en la actualidad nos recuerda el renunciamiento a los asuntos ordinarios de la vida que se imponían las órdenes religiosas durante la Edad Media. En aquellos tiempos los piadosos consideraban generalmente la vida como impura. Ahora los concienzudamente hon.
rados tienen igual opinión acerca de la vida política. Las clases media y superior de la población, al menos, tienden a mirar en los partidarios activos algo como cocineros políticos cuya esfera se halla entre las más bajas en la escala social y cuya cocina no es lu216 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.