aeroplano, ni las lámparas, ni la fotografía representan para él una adqui.
sición segura.
No ignora cuantos cientos de años nos separan de Arquimedes, de Rogerio Bacon, de Galileo, por ejemplo; pero piensa que los principios descu: biertos por ellos duraron el espacio de una mañana y no forman parte del tesoro del saber actual. qué preguntarle entonces. Son falsas ya las leyes de la palanca, de la reflexión de la luz o de las oscilaciones del péndulo?
Si la certidumbre reside en una esfera en que la inteligencia no penetra, spor qué dolerse por otro lado del desorden social. cómo pedir ADORAcion y OBEDIENCIA?
Sin conocimiento. a quién o qué se ha de adorar u obedecer. Hase visto absurdo igual?
Muy distintamente y en nombre de un espiritualismo lógico, decía el jesuita Rozaven. Si yo admitiera que la razón individual no posee en sí el principio de la certidumbre, me vol.
vería escéptico al instante. 199 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.