forzado a resolver problemas de extre.
ma dificultad y en cuya resolución no puede, hoy por hoy, entrar la cien.
cia sino por Vg g. Los otros. son obra de intuición o adivinación o poesía, como quieran ustedes decir. Es, por tanto, naturalísimo que el médico prácticamente acabe por confundir los dominios de la fantasía y de la reali.
dad. Quién desconoce el apel de mu chos médicos, excelentes por lo demás, entre la comparsa de ciertos teatros y de ciertos parajes de romería?
Yo no entiendo tal vez lo que quieren decir con la expresión ESCUELA COSTARRICENSE. Conforme pasan los años, me voy apegando a la idea de que una escuela buena de verdad, puede muy bien ser trasplantada de Londres a San José o viceversa. Cada día ;será la presbicia! veo menos pormenores, y en todas partes me parece uno el hombre, UNO el escenario, uno el problema.
En manos de los niños, no admito yo más libros que los de muñecos y 167 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica