transcurrido un siglo entero sin que sus doctrinas hayan llegado a gene.
ralizarse. Lamarck inauguró el sistema transformista y formuló los dos prin.
cipios capitales de la evolución de los seres, sin preocuparse mucho de los fenómenos secundarios en cuya consideración se extravió después gloriosamente el darwinismo. Estos dos principios son: el del desarrollo de los órganos por el ejercicio y la costumbre y el de la trasmisión hereditaria de los caracteres adquiridos por ambos progenitores a la vez.
Los naturalistas antilamarckianos (y desgraciadamente para Costa Rica en el número están casi todos sus profesores oficiales) descuidan en gumentación superficial esta condición de bilateralidad tan genialmente enten.
dida por Lamarck. Otras veces, con mayor superficialidad, si cabe, aplican a la herencia normal o progresiva las observaciones hechas acerca de la transmisión de los estigmas de degene.
ración, sin parar mientes en que esta transmisión es justamente lo contrario de la transmisión de un carácter de familia. Dichos estigmas alejan del tipo su ar162 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.