sul no se da cuenta. Una y otra vez he contemplado a un grupo de personas sencillas, ardientemente inclinadas sobre la ouija board, y que con aliento, la expresión de su rostro y talvez el susurro involuntario, guiabạn e influían de tal manera sobre la se.
sión, que inocentemente dictaban a los igualmente inocentes operadores las respuestas a sus propias preguntas. se observa, además, una marcada tendencia en los operadores a confrontar los resultados conforme avanza la sesión. Quizá sin comprender la significación de lo que hacen, muchos de ellos tratan de provocar una reacción hacia los detalles importantes de un mensaje, tan pronto como ha sido trasmitido. Esto sirve de guía en ade.
lante.
Asistí a cierta sesión de la ouija board, arreglada especialmente en ni honor, y en la cual yo era el único que interrogaba. Uno de los operado.
res proponía las preguntas que yo le dictaba. John Smith, fallecido, manifestó voluntad de contestar. El diálogo que anoté entonces se desarrolló como sigue: 108 Este documento propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica