en el mundo espiritual, y que la comunicación es natural y fácil con el mundo de los vivientes. El supuesto espíritu está en contra de los médios profesionales. Un lugar retirado, un lápiz, un pedazo de papel, y un cora.
zón que clama dolorosamente el nombre de un joven, son todo cuanto se necesita. Las cartas declaran que en el mundo del espíritu el cuerpo es tan tenue como una nube. El joven vive en un campamento en compañía de los soldados de su regimiento que murieron junto con él. Visten trajes diáfanos, se alimentan de manjares delicados. Experimentan simpatías personales, hay enamoramientos y risas inocentes. Es un lugar donde cada cual conserva sus aficiones anteriores; este joven, por ejemplo, continúa sus ensayos de telegrafía inalámbrica. Los espíritus, aunque por lo general son impotentes para salvar de la muerte a sus camaradas de la tierra, consue.
lan y sostienen a los heridos y guían a los muertos desde la tierra hasta el mundo espiritual. De vez en cuando algún toque más crudo impresiona al lector, como, por ejemplo, cuando el re94 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica.