a la peor de las tiranías: la del número y la maga. Es consentir en egtorbar el advenimiento del reino del Derecho.
SE HA SOSTENIDO EN EL CONGRESO, y con cierta lucidez, que la bondad de las instituciones sociales depende de la zona geográfica en que se implantan y no de la cantidad intrinseca de jugticia o de verdad que dichas instituciones encierran. Nogotros pensamos muy de otro modo.
No no, parece que se pueda hoy afirmar nada de positivo acerca de la intluencia del clima en la eficacia de una determinada ingtitución politica o social. En todo caso, egta influencia debe de ser enteramente de tercer orden. No creemos que se pueda afirmar nada de positivo, porque no tenemog noticia de ningún experimento serio hecho al respecto.
En Costa Rica, por ejemplo, hemos querido importar muchas cogas de los paises del Norte: constitución republicana, jurado, recurso de habeas corpug, corte de casación, matrimonio civil, juntas de educación, etc. etc; pero todo lo hemog desfigurado y desvirtuado desde antes de usarlo. Qué derecho nos queda entonces para juzgar de la eficacia que habrian podido alcanzar en nuestro suelo las instituciones del Norte?
Estará bien, tal vez, que se busque aquí aquello que hace falta, hasta inventarlo, pero es una absurdidad que se vaya a traer lo de fuéra para emagcularlo, adulterarlo y 74 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.