MI AUTORIDAD DE MAESTRO AL SERVICIO DE Allg DECEPCIONES DE HOMBRE. Gracia, por el tono, mas no comprendo qué habría de ilegítimo en poner lo mío al servicio de lo mío. Ni sé bien cuál sea el sen.
tido de la palabra decepción en el cago concreto. En política no he sufrido yo grandes engaños. Tuve la fortuna de entrar en sus dominios con un buen CICERONE. Agí, ni ella me ha subyugado ni yo le he vuelto la egpalda. gin abandonar mi laboratorio, he hecho lo necesario para que no sea dado aplicarme la sentencia con la cual respondió Gladstone a un joven que, creyendo recomendarse, le afirmaba que no se metía en política. No importa, amigo, ella se mete con Ud. Si debo una aclaración a un colaborador de La Prensa verdaderamente bueno y modesto, quien se va al grano, a lo que habría debido ser el grano si el Congrego hubiera ideseado conocer la opinión pública. y expone sus razones en favor de la nueva ofi.
cina.
Hace cinco años se trató del asun67 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.