de la Constitución. Prefería, pues, el régimen de dictadura que el de observancia de la Cong titución. Cuando yo dije que, a veces, don Elías se pasma ante los deg potig mos. no sólo puse mi atención en el régimen tiroquista. En el periódico Reproducción, de febrero pagado, se inserta un trabajo de don Alfonso Jiménez, hermano de don Elías; y allí hay el siguiente paso: El pue.
blo en general. que lejos de aborrecer, había respetado y admirado Carrillo, y vigto en la caída de éste la obra de la traición. como dueño de sus deg.
tinos, dijo: esto se acabó e impuso gli voluntad soberana. En buena hora uyó de sus derechos (se trata de la fusilación de Morazán) y dió una lección digna de gl sangre! No hay ninguna acotación o reserva por parte de don Elías; y no la podía haber, porque él eg devoto de don Braulio Carrillo. Óigase egte pasaje suyo. De qué se podrá disponer cuando se quiera honrar la memoria de quienes merezcan de verag ser recordados. Qué es lo que no está pervertido ya? Busque Vd. el monumento a un Braulio Carrillo! don Braulio debemos el primer cuar.
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