a es muy distinto: reconoce que esta vez egtamos de acuerdo en cuanto los principios, pero me lanza las acusacioneg pueriles y calumniosas que le soplan al oído, sin aducir absolutamente ningtina prueba. Esto se llama agacharse para quedar a la altura del rebaño que va tras de úno.
Dejando aparte las dictaduras que son coga enteramente diferente y de lag cuales la más completa ha sido la de don Francisco Aguilar Barquero. sólo tres gobiernos despóticos hemos pregenciado don Ricardo y yo, por cierto que de un despotigmo muy dulce, si le compara con los sufridos por otrag naciones: el de don Tomás Guardia, que yo debí simplemente aguantar con indignación, según convenía a mis años de niñez. º, el de don Rafael Iglesias, que combatí como pude, sin capitular o transigir cual lo hizo al cabo don Ricardo amparándo.
se a gll doctina de que LO IMPORTANTE Eg QUE EL DE MAyos, en contra de la que yo sostenía en El Figaro, de que lo importante es el cambio de principios y de prácticas. el de don Federico Tinoco, prose PODER CAMBIE 29 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica.