Fijándose en un caso concreto, qui.
zás aparezcan más claros los anteriores conceptos.
El gran reformador de nuestra enseñanza necesitó para su reforma violar a la vez dos juramentos: el universitario y el constitucional: mató la Universidad que había jurado defender, y desoyó la Constitución que había jurado acatar.
De ello, hace un tercio de siglo.
Ahora es raro el maestro de escuela que se atiene a su contrato.
Véase un caso reciente: un muy buen profesor, nombrado para dar lecciones de química, se sale de su terreno y se lanza por el de la metafísica.
Descubierto y acusado, se defiende sen.
cillamente diciendo: el espíritu es más que la materia; tengo tranquila mi con.
ciencia. Así van las democracias!
ELÍAS JINÉy EZ ROJAS.
20 de Mayo de 1922.
20 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica.