aplauso nacional a la fórmula de Catilina. Ya sabéis, pues, lo que cabe esperar de los nuevos funcionarios: que ellos también falten a sus deberes por salvar al país.
Lástima que el país no pueda exclamar. No me galven tantos a la vez!
Mientras el Congreso se mofe de la Constitución, y cada ex presidente de la República y cada alto magistrado, envolviéndose en el manto de sus in.
descifrables intenciones, hable con orgullo de sus faltas evidentes, so pretexto de que han sido cometidas por el bien del país, el país estará perdido.
Mientras se crea que es lícito faltar a log contratos, desobedecer los mandatos aceptados, torcer leyes y constituciones, con tal de salvar al país, el país egtará perdido.
Es uno el fundamento de toda sociedad, desde la más simple hasta la más complexa: el respeto escrupuloso de la palabra empeñada. Es uno el precepto capital de todos los códigos moraleg: NO MENTIR. Destruido el fundamento, desoído el precepto, el orden social es imposible.
19 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.