Es la dictadura de los incompe.
tentes.
Una sola cosa les preocupa: ser reelegidos.
Para serlo hay un medio simple: la puja de promesas. Una necesidad pro.
funda de la masa no es para ellos más que un artículo que se agrega a un programa electoral, dos líneas sobre un anuncio. Se promete de todo sin preocuparse de si es posible su reali.
zación, y se promete tanto más fácilmente cuanto mejor se sabe que no se dará nada. Demagogos sin sinceridad, raza de titiriteros! Esto en cuanto a los jefes.
En cuanto a la multitud, aturdida por estas promesas, deslumbrada por esta puja, no sabe ya distinguir lo posible de lo quimérico y no ve propios intereses. Se le ha hablado tanto de su poderío, que al fin ha acabado por creerlo.
Que hay hechos que escapan a la empresa de la ley. ni siquiera lo sospecha.
Hasta en los ambientes revolucionarios, hasta entre los mismos comusus 550 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica.