vivientes, ya recomendada por Manú.
Su gran reforma consistió en romper, al menos desde el punto de vista reli.
gioso, la cadena de las castas. También ha mejorado la situación moral de la mujer, puesto que puede entrar en las órdenes y renacer espiritualmente como el hombre.
En resumen, en el concepto moral y social, el budismo ha representado en Oriente el papel del cristianismo en Occidente, y no es seguro que no haya servido de modelo a este último.
Uno y otro seguramente han propagado y desarrollado los sentimientos de humanidad, de caridad, pero ener.
vando sus caracteres.
No hay duda que un gran soplo de humanidad eleva moralmente la religión de Buda; en ella se predica la igualdad fundamental de todos los hombres. La piel, la carne, los huesos, la cabeza, se dice en ella, son las mismas en todos los hombres; los ornamentos y los adornos contituyen únicamente la diferencia. Hablando religiosamente, la mujer es igual al hombre. Pero nada más despreciable que la vida real; es un lazo de castigo; toda existencia es 5:15 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica