World War

tomos, ostenta en su quinta edición un largo prefacio con la aprobación oficial de Monseigneur Deschamps, en.
tonces arzobispo de Malinas. Estas pro.
fecías, a que el pueblo daba absoluta fe, causaron grandes sufrimientos y contribuyeron al desastre de las armas francesas.
Millares de profetas han pronosti.
cado el fin del mundo, el milenario, basando sus predicciones en las pala.
bras de la Biblia. Se ha dicho que terremotos, guerras, epidemias, en fin, todas las grandes calamidades, eran signos evidentes de que la crisis se aproximaba. Tales profecías han au.
mentado en número y en frecuencia desde la terminación de la guerra mundial.
La mayor parte de nuestros pro.
fetas modernos no son sino el duplicado de los que florecieron siglos atrás; a decir verdad, los profetas del día son apenas aficionados, si se les compara con los astrólogos de otras épocas, que constituían las verdaderas potencias detrás de los tronos. Hace tres siglos, un hábil astrólogo era tan esen.
cial al gobierno como un primer mi530 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.