una mera ciencia hubo pasado del estudio del mundo exterior al análisis de ese mundo interior que es el mecanismo de nuestro conocimiento, las consecuencias fueron igualmente pesimistas. Si el mundo nos aparece, en efecto, como representación; a través de nuestros sentidos primero, siempre precarios y sujetos a errores; luégo a través de los conceptos que elaboramos con los datos que los sentidos nos proporcionan; conceptos sujetos a las nociones del tiempo y del espacio, que no son del mundo exterior sino fruto de nuestra experiencia limitada; y todo ello ligado por el encadenamiento causal, que qui.
zás no sea sino un miraje de nuestra imaginación. en qué podemos tener fe si no es dable tenerla ni siquiera en la realidad de las cosas? Si el mundo es una representación cuya realidad nos escapa, una ilusión ob tivamente indemostrable ¿en qué podewos tener confianza? Así llegó la filosofía alemana del conocimiento al lógico pesimismo de Schopenhauer, actitud mental que ya había sido antes la del hinduismo, que culmina en la prédica desalentada de Sakya Muni, o Buda.
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