para luchar. este problema es grave; es uno de los más graves problemas de nuestros días. Recordáis aquella frase de Darwin al joven teólogo alemán que le enviaba un ensayo de acomodamiento entre el génesis y las doctrinas de la evolución. Yo no puedo creer dijo el sabio que un Dios, a lo menos un Dios bondadoso, haya creado el mundo, evo.
lutivamente o no, para que las arañas se coman a las moscas. Es que la observación fragmentaria de los fenómenos biológicos, al igual que la de los hechos sociológicos, conduce también, e irremediablemente, al más triste pesimismo. La naturaleza nos parece así, vista de cerca, como una máquina engendradora y trituradora, que engendra para triturar, que tritura para engendrar, estúpida e inútil.
mente. Y, en un mundo así. qué se puede esperar. Cómo se puede tener fe, vale decir: confianza, cómo se puede tener esperanza en un mundo, dominado por la ley inexorable de la concurrencia vital, seguida siempre del triunfo de los más fuertes?
Pero hay más, todavía. Cuando la 519 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica