sea de un solo liceo y procuran dificultar el ingreso en él y alargar el plazo de salida, se imaginan sin duda que una buena segunda enseñanza es algo que debe reservarse a una minoría de pri.
vilegiados. Ignoran o fingen ignorarque una segunda enseñanza sencilla, seria, general y armónica es más necesaria para el que ha de ser simple zapatero que para el afortunado a quien ble ingresar, hacia los 18 años de edad, en una escuela superior, profesional.
La cuestión de si los directores de los liceos debep o no ser buscados en el exterior no me preocupa. Búsquese la competencia, que la nacionalidad poco importa. Pero ¿posee alguien la fórmula para descubrir o para apreciar a priori dicha competencia? Poseyen.
do la fórmula, tal vez no sería preciso ir afuera para salir de apuros.
En cuanto a los buenos directores en ejercicio, nada tan difícil como que.
rer quitarlos de donde están, pues hay escasez de ellos en el orbe entero. En los mismos Estados Unidos, hoy la más rica y atrayente nación, es ya un problema arduo el del reclutamiento 517 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.