rrota, y conducido de nuevo a San José, es pasado por las armas en la Plaza Principal hoy Parque Ceutralen unión de Villaseñor. Perece también el Licdo. don Miguel Saravia, secre.
tario de Morazán, joven muy estimado por sus prendas y fino trato, quien se suicida en la creencia de que va a correr igual suerte que aquéllos.
El espectáculo de la muerte de un semejante, aun acaecida en condiciones normales, nos contrista siempre; y cuando ella es obra del hombre nos horroriza. El hombre, llamado a vivir y dar vida, convertido en instrumento de destrucción y muerte. Sinembargo, tal es el fenómeno diario. Una vez des.
encadenadas las pasiones feroces, con razón o sin ella, es casi imposible, dada nuestra organización imperfecta, impe.
dir que nos lleven a los extremos que la reflexión califica de malos. Jamás podrá el corazón bien conformada aprobar qne se mate al contrario vencido, por grandes que sean sus faltas. Por nuestra parte, sin dejar de explicarnos el hechu, deploramos que a la cam.
paña justísima emprendida por el pueblo de Costa Rica contra Morazán y 512 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.