Democracy

intelect riores banque gidos empeña mayore una dit tenaz de que una fe más profunda, una convicción más elevada, no pueden ser ciertas porque nuestros prójimos no las creen ciertas. La tolerancia es sin duda una virtud, pero no es por sí sola base suficiente de la civilización, en la cual, si ha de durar, deben entrar no sólo virtudes negativas sino también virtudes positivas, como el saber, la prudencia y la fe, y convicciones inexo.
rables en cuanto a la diferencia entre lo bueno y lo malo.
En dianto al porvenir, no es difícil ver dónde obtendremos tolerancia y simpatía; pero ¿de dónde nos vendrán normas que sirvan de guía al espíritu?
La juventud es el porvenir, y la re.
nuencia de la juventud a reconocer en sí misma dotes o aspiraciones más elevadas que las de la multitud, es el aspecto más amenazante de nuestras tendencias actuales. Llenos de genero.
sidad los unos para con los otros, poseídos del deseo de no descollar, los jóvenes, estos hijos de la democracia triunfante, dejan ver en sí cierta miopía espiritual. Quizá provenga este defecto del demasiado pensar en términos ma.
teriales, del confundir la superioridad 480 normas rales, bomboi madie de est: sucedei Pero el rosidad es una que se ocultos está ob con su el podi solitari y olvic y abrir que pu Qui dotes revela falta Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica