olumen gerac al idad de Cristián ido vociantes nerosos cartas aciones de prohubiera cuando amigo Era un 30 de os oricomo sidad, nterés dencia. Otros han dejado ya el cultivo de las letras: una obra, o una serie de conferencias, o varios artículos, les sir.
vieron de puente para llegar a donde se proponían, y en la ennuellada po.
sición que hoy ocupan, han dejado enmohecer la pluma que usaran otrora para dar luz y vida a tanta hermosa página, de modo que les pesa la mano cuando se ven obligados a escribir una carta. Otros, y no los de menos imagi.
nación ni los de menos talento, ignoran la gramática y desconocen nuestro léxi.
co; y si los artículos que publican aparecen con cierto aliño y limpieza, es debido a la amabilidad y saber de linotipistas y correctores. Otros, por último, y esta especie abunda en todas partes se ahogan en poca agua, necesitan mucho espacio para moverse.
Acometerían con éxito las más arduas empresas literarias, y fracasarían en las pequeñas. Son capaces de escribir un largo memorial o una abundante monografía, pero no una carta; un interminable editorial de diario, pero no un suelto; una epopeya, pero no un epigrama; una historia, pero no una anécdota.
das a grado ís (mi mbres los a que uesto spon 449 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.