De la misma manera que no porque formen verdaderas montañas las olas durante la tempestad, deja el nivel del mar de ser horizontal en su conjunto; no porque invada la vacilación algunas horas el espíritu nuestro, deja la voluntad enérgica de ejercer sobre él saludable imperio. El corazón más insensible recibe sus impresiones, la voluntad más enérgica tiene sus debilidades, el entendimiento más claro sus ofuscaciones y el hombre más sereno sus horas de zozobra.
El honor, lo mismo en el hombre que en la mujer, es una cosa muy difícil de explicar. Se cree honrados a muchos bribones y se juzga deshon.
radas a muchas desgraciadas.
La ley de las compensaciones, don.
de tiene mayor razón de ser es en la vida intima de familia. Allí depende la felicidad, única y exclusivamente de la compensación de ideas, voluntades y acciones. CALL 132 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregon Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica