ente de ido por tadoras, ias casi npresas, a, a la parable escudrioliegues sa dar sorpren: ardiente puente que se 10 para de manifiesto una vez más las capitales diferencias que a uno y otro pueblo separan, y de las cuales diera ya un testimonio el abatimiento y disolución de la efímera monarquía visigótica al empuje de una sola batalla, y la inven.
cible hostilidad que persiguió siempre en España a los apóstoles y corifeos de la reforma luterana.
Por tan estupenda concepción, acaso única en la historia religiosa de todas las gentes, el espíritu inquieto de Teresa de Jesús encuentra en el fondo de sus eróticos arrobo3, tesón y arrestos suficientes para reformar la orden del Carmelo, y el hidalgo de Loyola surge de las embriagueces del extásis dispuesto a crear la más poderosa y resistente milicia. que desde los días memorables del concilio de Trento hasta el presente, ha conocido la cristiandad.
Pero merced al natural influjo de sus múltiples relaciones con otras comunidades civilizadas, abre España sus puertas a elementos extraños, que vie.
nen a modificar en parte su genuina condición, y ya desde la centuria décima cuarta los discreteos pueriles, y plación se a la alejantierra, amor, acierto e metapropia, divino de su os espadelirics ue pone 415 Este documento propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica